El 2024 ha sido el año que finalmente ha confirmado la tendencia a la baja en la siniestralidad de los accidentes de tráfico en Cataluña. Hasta el 31 de diciembre, un total de 136 personas murieron en 121 accidentes de tráfico en las carreteras interurbanas, una cifra que supone un descenso del 11% respecto a los registros de 2023, cuando hubo 152 muertos en 136 siniestros mortales. La caída es aún más pronunciada si la comparamos con las cifras de 2019, el año de referencia para el cumplimiento de objetivos, cuando hubo 175 muertos en 161 siniestros, un 23% más que este último año.
A pesar de esta reducción en el número de víctimas mortales, las cifras de 2024 nos dejan un aumento del 11,5% respecto a 2023 en las personas que resultaron heridas leves, que fueron un total de 803. Si entramos en detalle en los datos, del total de víctimas mortales del año pasado, el 45,5% son de colectivos vulnerables: 47 motoristas (siete menos que en 2023), 8 peatones (cinco menos), seis ciclistas (dos más) y un usuario de vehículos de movilidad personal. En cuanto a las motocicletas, los conductores de estos vehículos de dos ruedas continúan suponiendo una tercera parte del total de muertos, en concreto, un 34,5%, y se sitúa en valores próximos a los de ocupantes de turismos, con 53 muertos. Destaca en este sentido un aumento de la siniestralidad en furgonetas: del 1 de enero al 31 de diciembre han muerto 13 personas que viajaban en furgonetas, cuando en 2023 fue una y en 2019 nueve.
En cuanto a las carreteras que concentran más siniestralidad, la C-37 es la vía con más víctimas mortales, con un total de siete, de las cuales tres en un mismo accidente en Castellfollit del Boix en junio. En segundo lugar, con seis muertos cada una, están el Eix Transversal (C-25), la N-II, la N-420 -que también registró un siniestro con tres muertos en Riudecols- y la AP-7. Esta última vía, sin embargo, ha tenido una reducción importante de víctimas mortales, con nueve menos que el año pasado y también nueve menos que en el mismo período de 2019 (antes de la gratuidad). Detrás de estas vías, se sitúan la C-32 con cinco víctimas mortales, y luego la A-2, la C-12, la N-340 y la C-31, con cuatro muertos cada una.
Los accidentes por demarcaciones
Este balance anual de la siniestralidad dibuja una reducción de los accidentes en la mayoría de las demarcaciones respecto a los datos de 2023 con la única excepción de Lleida. Barcelona continúa liderando este ranking con 55 muertos, aunque registra nueve menos que el año anterior. Las comarcas con más víctimas han sido el Baix Llobregat y el Bages. En segundo lugar, Tarragona, con 34 muertos, baja ligeramente de los 36 de 2023.
En cuanto a la demarcación de Girona, se han registrado 21 muertos en accidentes de tráfico en 2024, siete menos que el año anterior. En cuanto a Lleida, durante 2024 murieron en las carreteras 26 personas, dos más que en 2023, con el Segrià sumando casi la mitad de estas víctimas mortales.