Las dos personas encontradas muertas en Coscó, en el núcleo de Oliola (Noguera), cerca de Agramunt (Urgell), en el marco del incendio ya estabilizado de Torrefeta i Florejacs (Segarra) serían dos agricultores de la zona. El alcalde de Guissona (Segarra), Jaume Ars, ha explicado que las dos víctimas serían de Renant, pertenecientes al núcleo de Oliola, donde el incendio ha afectado varias fincas. El alcalde ha explicado que los muertos son el propietario de una explotación agrícola y uno de los trabajadores.
A #IVTorrefeta hi ha afectades finques a Guardiola i Renant. #Bomberscat seguim treballant amb 126 efectius amb 42 dotacions terrestres. Mitjans aeris retirats per l'ocàs. La pluja ha ajudat. Aviat estarà tot envoltat de línies d'aigua. A Sanaüja, 40 efectius amb 11 dotacions pic.twitter.com/1ow39wZkS4
— Bombers (@bomberscat) July 1, 2025
Según las primeras informaciones, el propietario habría intentado rescatar al trabajador, que estaba ilocalizable. Después de buscarlo mucho tiempo, el hombre lo encontró en la explotación agraria. El trabajador se había visto afectado por el humo y finalmente ambos acabaron muriendo. Los Bomberos los encontraron juntos al lado de un coche durante las tareas de extinción dentro del perímetro cerca del núcleo de Coscó. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para esclarecer las causas de la muerte.

Un fuego nunca visto en Cataluña
La consellera de Interior, Núria Parlon, confirmó este martes por la noche la “noticia más triste” durante la comparecencia para anunciar la estabilización del fuego. Se trata de un fuego “muy complicado, muy difícil” e “inédito” en Cataluña, ya que ha provocado una columna de humo y cenizas de 19 kilómetros nunca vista en el país. Los Bomberos aseguran que es un incendio de sexta generación durante el cual las llamas se han llegado a propagar a una velocidad punta de 28 km/h, una de las más altas registradas nunca en Europa en un fuego. Los vientos que se han generado alrededor del incendio alcanzaron los 120 km/h y el pirocúmulo creado por la elevada energía de las llamas, combinada con las condiciones atmosféricas, ascendió hasta los 14.000 metros.