Renfe cierra la primera jornada del macrocorte de la línea R3 de Rodalies con un «balance razonablemente positivo». El operador ferroviario celebra el inicio de la interrupción de 16 meses provocada por el desdoblamiento de la vía entre Parets del Vallès de la Garriga. Según ha detallado el portavoz de la empresa en Cataluña, Antonio Carmona, iniciarán un «seguimiento cuidadoso para analizar los datos» que deje el plan de transporte alternativo para los más de 20.000 usuarios diarios afectados por la intervención.
A pesar de la planificación, la operadora ha notado una «caída de la demanda» que, según Carmona, es usual al inicio de un plan alternativo de transporte. «Rompes la rutina de movilidad de las personas e incrementas el tiempo de viaje en la combinación tren y autobús», ha lamentado. En este sentido, asegura que habrá que esperar «unos días para consolidar el macrocorte» y, entonces, hacer un recuento más preciso de los pasajeros que utilizan los servicios paralelos al tren prestados. Además, asegura que se plantean «pequeñas mejoras» en la información a los viajeros, «detalles que siempre ayudan», en palabras del portavoz.
«Alternativas» entre los usuarios
La planificación de Renfe, sin embargo, no ha evitado la frustración entre muchos usuarios que se han encontrado con el obstáculo en sus tramos de transporte. En declaraciones a la agencia ACN, un usuario de la vía, Ramon, ha celebrado que los autobuses alternativos funcionan «mejor que el tren» incluso fuera de la excepcionalidad causada por las obras. «En la primera fase, iba de puerta a puerta en dos horas. En cambio, con Renfe, un trayecto que tranquilamente se hace en una hora y media, puede tardar tres», lamenta. Por su parte, Martina, otra viajera -que asegura «no ser habitual»- ha criticado las horas de espera, y espera que «estas obras de desdoblamiento den su fruto y tengamos un buen servicio para ir con dignidad y comodidad».