La consejera de Salud, Olga Pané, ha asumido el cargo con el encargo de reformular el sistema sanitario catalán para adaptarlo a las nuevas necesidades de la población, cada vez más envejecida y más longeva. Precisamente por este motivo, la nueva titular de la cartera, que ha recibido el testimonio del exconsejero Manel Balcells, ha impulsado el comité de evaluación, innovación, reforma operativa y sostenibilidad del sistema de salud catalán (CAIROS) -formado por nombres como el de la exsecretaria de Salud Pública Carmen Cabezas y el jefe de oncología médica del Hospital Vall d’Hebron, el doctor Josep Tabernero, entre otros- para elaborar propuestas de cambio para el sistema sanitario: «Si queremos preservar lo que hemos tenido hasta ahora, es necesario hacer reformas. Las futuras generaciones deben disfrutar de una protección de la salud y de una atención sanitaria al menos tan buena como la que ha disfrutado nuestra generación», defendió la consejera Pané en rueda de prensa hace unos días. La creación del grupo de expertos para reformar el sistema sanitario ya ha comenzado a dar sus primeros frutos.
La responsable de Salud anunció que a partir del mes de enero desplegará un paquete de 25 medidas, articuladas en diez líneas de acción, para «centrar la atención en las necesidades de las personas; cuidar a los profesionales de la salud y optimizar el funcionamiento de las instituciones». De hecho, buena parte de las propuestas del grupo de expertos están enfocadas a mejorar el funcionamiento de los centros de atención primaria (CAP) para reducir significativamente el tiempo de las listas de espera -una de sus grandes prioridades, tal y como ha dejado claro desde el inicio de la legislatura. Estas propuestas, sin embargo, han despertado muchas «incógnitas» entre el sector sanitario: «Genera más incógnitas que certezas», argumentan desde el sindicato de Médicos de Cataluña a través de un comunicado, donde también dejan claro que las propuestas del CAIROS no solucionan de raíz las problemáticas del sector. De hecho, consideran que el planteamiento del grupo de expertos -sobre el cual la consejera ha construido los siguientes pasos de la legislatura- es «poco innovador» e insuficiente para paliar los males endémicos de los sanitarios.

Combatir la sobrecarga laboral y el infrafinanciamiento
Una de las principales reclamaciones del sector sanitario, la cual llevan décadas reivindicando, es combatir la sobrecarga laboral de los profesionales, tanto de los cuerpos de enfermería, los técnicos sanitarios como de los médicos. De hecho, las principales organizaciones sindicales consultadas por El Món han dejado claro desde el primer momento que la consejera Pané debe «poner a los trabajadores en el centro» al reconfigurar el sistema sanitario para adaptarlo a las nuevas necesidades. El plan de acción de la consejería, sin embargo, no ha logrado tranquilizar a los profesionales del sector, que consideran que la titular de la cartera no ha hecho nada para paliar la sobrecarga laboral.
Para los sindicatos, esta sobrecarga podría resolverse -al menos, de entrada- con un incremento de los recursos que se destinan a Salud: «El gasto debe corresponder al de un país con ocho millones de habitantes y una población cada vez más envejecida y demandante de recursos. La sobreexplotación del personal sanitario no tiene más recorrido«, apuntan desde la organización sindical de médicos del país. Este incremento de los recursos económicos al que se refieren, sin embargo, depende directamente de la aprobación de los presupuestos, ya que aún se mantienen prorrogados los del año anterior debido a la falta de entendimiento entre las formaciones parlamentarias. De momento, el 2025 también arrancará con las cuentas prorrogadas y las negociaciones estancadas, ya que la nueva dirección de Esquerra Republicana (ERC) ya ha dejado claro que no tienen ningún tipo de conversación abierta con el Gobierno de Salvador Illa y les exige primero el cumplimiento de los acuerdos de investidura antes de hablar de presupuestos. Es decir, que el ejecutivo socialista se ha resignado a esperar a los republicanos para desbloquear las cuentas. Pero los escollos políticos también repercuten en el despliegue de las políticas de cada consejería.
Ahora bien, el Gobierno ha acordado en el último Consejo Ejecutivo del año un crecimiento del gasto sanitario, el cual incluye el conjunto del gasto efectuado por el Departamento de Salud, el CatSalut y el ICS. Concretamente, la administración catalana ha optado por incrementar el porcentaje máximo de la regla de gasto hasta el 3,2%, lo que permitirá a la consejería de Salud gastar más dinero del que está previsto en los presupuestos. Desde el ejecutivo defienden que, con este acuerdo, el Gobierno consolida el crecimiento de recursos del sistema sanitario desde la pandemia y asegura que «contará con el financiamiento necesario para su funcionamiento, blindándolo ante los choques económicos que puedan producirse en el futuro y garantizando así su sostenibilidad a largo plazo».

La lucha eterna por la reclasificación profesional
Más allá de poner en marcha el despliegue de las medidas impulsadas por el grupo de expertos, la titular de la cartera de Salud también encara el año con el compromiso de defender la reclasificación profesional ante su homóloga del ministerio de Sanidad, Mónica García. Aunque se trata de un compromiso heredado, ya que lo acordó el exconsejero Balcells con los sindicatos de técnicos sanitarios y enfermería en enero de 2024 para poner fin a la huelga, las principales organizaciones sindicales del sector han vuelto a amenazar a los responsables de la administración catalana con nuevas movilizaciones. De hecho, aunque no han concretado más acciones para las próximas fechas, enero puede volver a empezar de la misma manera que lo ha hecho este año, con los colectivos de enfermería y técnicos sanitarios en pie de guerra.
Hasta ahora, el gobierno español en manos de Pedro Sánchez ya ha puesto sobre la mesa una propuesta sobre la reclasificación de los colectivos sanitarios afectados. Concretamente, el ejecutivo socialista español plantea ampliar las competencias de los fisioterapeutas -uno de los grupos más vulnerados de la red sanitaria- y los enfermeros. Esta propuesta, sin embargo, se ha recibido como un «regalo envenenado» por algunas organizaciones sindicales del sector, como SATSE, ya que consideran que les incrementan las competencias, pero sin una compensación económica correspondiente. Es por este motivo que desde el sindicato han exigido a la titular de la cartera catalana que cumpla los acuerdos de enero y presione a su homóloga española para conseguir una mejora retributiva. Olga Pané, pues, encara el 2025 con el objetivo de presionar al máximo posible al ministerio de Mónica García y mantener la confianza del sector, que amenaza con nuevas protestas si no se «dignifica» la profesión.
Mientras tanto, a pesar de las críticas de los profesionales, la consejera de Salud también debe continuar desplegando las medidas para reformular el sistema sanitario catalán y adaptarlo a las nuevas necesidades de la población, cada vez más envejecida.




