El actual jefe de la Región de Ponent de la policía de la Generalitat y exjefe de los Mossos d’Esquadra, el comisario Josep Maria Estela, ha avisado que «la policía hace demasiadas detenciones». Una conclusión después de una profusa explicación desde el punto de vista funcional de la policía en una interesantísima jornada sobre
La mesa donde ha participado Estela estaba configurada también Susana Ferrer Delgadillo, vicedecana de la ICAB; los abogados Fermín Morales Prats, Pablo Molins Amat y Miguel Capuz; Luis Martínez Durán, magistrado del Juzgado de Instrucción número. 33 de Barcelona; Erika Torregrossa Acuña, jurista del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña y profesora de Ejecución Penal de la UB; y Gemma Calvet Barot, jurista y exdirectora de Políticas de Drogas del gobierno del País Vasco, entre otros cargos. El acto también ha contado con el expresidente del Barça Sandro Rosell.

El comisario Estela propone sustituir detenciones por citaciones al juzgado
Estela ha expuesto las dinámicas de los Mossos d’Esquadra cuando se lleva a cabo una detención y los procesos que tienen que seguir para mantener las garantías legales. El comisario ha alardeado de su veterania en el cuerpo y experiencia en su carrera profesional para detallar los protocolos de detención y las ventajas, dificultades y carencias con que se encuentran cada día. Para el último exjefe de los Mossos –fue destituido hace un año y lo relevó el actual comisario en jefe, Eduard Sallent–, «la policía hace demasiadas detenciones», en delitos que no son flagrantes.
En este sentido, ha argüido que haría falta que determinadas actuaciones policiales que ahora son detenciones se tendrían que transformar directamente en citaciones ante el juez. Es decir, que la policía tendría que citar al juzgado directamente porque «las declaraciones ante la policía han perdido valor». Así, ha apostado porque determinadas diligencias se hagan directamente al juzgado, por ejemplo en casos de detenidos multirreincidentes.
Por otro lado, Estela ha defendido la regulación, el cacheo de los detenidos que era una «necesidad». En este marco, el comisario ha recordado que los cacheos tienen tres niveles. Un primer nivel, para detectar objetos de peligro por la seguridad física de los agentes, que tengan que ver con los hechos delictivos, u objetos de procedencia ilegal. El nivel dos, donde el detenido acaba en ropa interior. Y un tercer nivel, en que se tiene que regular con más detalle, son los nudo integrales, que «nunca son desnudos integrales 100%». Son casos en que la policía sospecha o tiene indicios de tener un objecto peligroso escondido. En primer término, se desnuda de cintura hacia arriba y después de cintura para abajo. Un cacheo del cual se hace un «atestado específico y que después se presentará al juez».