El Tribunal de Cuentas de la Unión Europa ha pedido «corregir de inmediato» el impuesto que los Estados miembros pagan en Bruselas en función del plástico no reciclado que utilizan. La forma en que se calcula esta contribución, que Europa impulsó en el 2021 bajo el nombre de «recurso propio basado en el plástico», no acaba de convencer a los auditores de la UE. El impuesto, que permitió al gobierno comunitario recaudar 7.000 millones de euros en el 2023, se calcula de acuerdo con una serie de estimaciones, pero el Tribunal de Cuentas pone en duda la «fiabilidad» de los cálculos que realizan los estados. Es más, los autores aseguran que la recaudación podría ser mayor si el cálculo se hiciera «correctamente».
Los estados deben pagar 80 céntimos por cada kilo de residuos que no se reciclan. Y como las cifras definitivas salen a dos años vista, el acuerdo final supuso que ese dinero se abonaría en función de las estimaciones, y que, a posteriori, se recalcularía el importe. Ahora bien, la auditoría, recogida esta tarde por el ACN, deja claro que, en el primer año de aplicación, 22 de los 27 Estados miembros, el 81%, previeron cifras inferiores a las reales. Los auditores avisan de que esto ha supuesto que, en su conjunto, los países ahorraron 1.100 millones de euros. Hecha la ley, hecha la trampa. «La baja calidad de las estimaciones de los residuos de envases de plástico provocan que los países de la UE infravaloren sus contribuciones», resume el informe.
¿Cuántos kilos de plásticos ha generado cada país?
El informe pone ejemplos concretos. Francia previó en 2021 que generaría 1.559 millones de kilos de residuos, pero dos años más tarde, con las cifras definitivas sobre la mesa, ha quedado constatado que generaron 1.917 millones. En el caso de Alemania, la diferencia es de 89 millones de kilos; finalmente se generaron 1.764 kilos en vez de los 1.696 millones previstos.
En el caso de España, la cifra es aún más flagrante: se previeron 775.900 kilos cuando finalmente fueron más de 962.000 millones. Por aterrizar estas cifras en dinero: España pagó 686 millones de plásticos no reciclados. Casi es el país que más ha generado, solo por último de Italia (855 millones), Alemania (1.423) y Francia (1.564).
Toque de atención a la Comisión Europea
Estos datos, en definitiva, demuestran que los países no estaban preparados para aplicar el impuesto. Los auditores así lo explican en el informe, que da un toque de atención a la Comisión Europa. El acompañamiento que realizó el ejecutivo europeo «fue pertinente, pero no oportuno». «La Comisión no hizo el seguimiento oportuno de esos problemas en la transposición que afectaban al cálculo del recurso propio», citan como ejemplo.
El Tribunal de Cuentas admite la «dificultad» que supone generar el cálculo, por lo que pide que la Comisión exponga una definición clara de qué tipo de plástico se habla. Por último, en una línea distinta, pide medidas para «mitigar» los riesgos que pueden generar los envases que se envían a reciclar.