El Gobierno catalán está preocupado por la salud del catalán en el ámbito público, cada vez peor, y por eso ha impulsado una prueba piloto para fomentar el catalán en los servicios sociales. La consellería de Derechos Sociales, con Carles Campuzano al frente, ha impulsado esta prueba, en la cual han participado unas sesenta personas, este mes de noviembre, a pesar de que no hay fecha para aplicarlo a todo el sistema. Según ha informado la consellería este miércoles, de la prueba piloto han formado parte equipos directivos de equipaciones, servicios, y gestión delegada de atención a la gente mayor y las personas con discapacidad y educadores de centros de infancia y adolescencia.

Analizar el efecto de los malos hábitos lingüísticos y garantizar la atención en catalán
La prueba piloto persigue el objetivo de averiguar las causas de los hábitos lingüísticos entre la población catalanohablante y los efectos que estos tienen en la salud de la lengua, cada vez más debilitada. Una vez analizadas las causas, el Gobierno pondrá recursos para promover el catalán y garantizará que se puede utilizar con normalidad en el ámbito laboral. La iniciativa se enmarca en el plan de fomento del catalán que implica todas las consellerías para «garantizar los derechos lingüísticos» de la ciudadanía y de los usuarios que quieren ser atendidos en catalán y actualmente se encuentran con algunas dificultades. Según el texto de este plan, también se persigue el objetivo de aplicar la inmersión lingüística y el aprendizaje de la lengua a niños y jóvenes a cargo de las administraciones catalanas.
Esta prueba piloto servirá, por último, para hacer una revisión de la normativa actual y será una «experiencia para llevar a cabo en los próximos dos años un despliegue formativo más extenso de asertividad lingüística».