El gobierno español asegura por activa y por pasiva que está haciendo «todo lo posible» para lograr la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en la Unión Europea, un acuerdo que requiere unanimidad de los 27 estados miembros, pero a ojos de los catalanes el ejecutivo de Pedro Sánchez no está haciendo todo lo que podría para lograr esta meta pactada entre PSOE y Junts para permitir la investidura de Pedro Sánchez. Así lo indica la 2ª oleada de la encuesta Ómnibus de la Generalitat, donde seis de cada diez catalanes creen que el gobierno español podría hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora para convencer a los estados gobernados por el PP europeo, que han mostrado sus reservas sobre la medida. De hecho, esta es la misma mayoría de catalanes que está a favor de que el catalán sea oficial en las instituciones europeas.
El porcentaje de gente que critica la actuación de Sánchez para conseguir la oficialidad se eleva hasta el 81% entre los catalanohablantes, y se reduce hasta el 43% entre los castellanohablantes. Además, el 52% de los encuestados que tienen otras lenguas como lengua propia también creen que el gobierno español no ha hecho todo lo que estaba a su alcance para conseguirlo. Si nos fijamos en la simpatía según el partido político, encontramos que el 94% de los potenciales votantes de CUP, Junts (90%), Alianza Catalana (84%) ERC (83%) y Comuns (59%) son críticos con la actuación del gobierno español para conseguir este objetivo. En cambio, la mayoría de los simpatizantes del PP, del PSC y de VOX perciben que sí ha hecho todo lo posible.
El gobierno español no ha conseguido la oficialidad un año después de pactar esta medida con Junts para la investidura de Sánchez. Aunque recientemente ha afirmado que «no hay obstáculos reales» para que el catalán, el vasco y el gallego sean oficiales en la Unión Europea, ha denunciado que las reticencias de los estados miembros son de carácter “político” y que proceden mayoritariamente de países gobernados por el PP europeo, a menudo con la colaboración de la extrema derecha. «Si la negociación es política, revisaremos las cuestiones donde otros estados necesiten nuestra ayuda para decirles que no se puede pedir nuestra ayuda cuando no se ayuda a España en algo tan vital como es nuestra realidad nacional, que es plurilingüe», alega el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pero un año después del acuerdo no ha podido cumplir con su palabra.
Mayoría, pero no unanimidad para incorporar el catalán como herramienta de trabajo
Por otro lado, seis de cada diez catalanes son partidarios de que las instituciones europeas deberían incorporar el catalán como herramienta de trabajo. Si se observan los datos por simpatía de partido, encontramos 3 bloques: el primero, con 9 de cada 10 de los simpatizantes de ERC, de la CUP, Junts y Alianza Catalana que así lo creen. Un segundo bloque, con más pluralidad de opiniones, con Comuns (casi 7 de cada 10 a favor) y PSC (1 de cada dos). Y un tercer bloque, donde casi 8 de cada 10 de los simpatizantes del PPC y de VOX no están de acuerdo.


