El Govern aprobará en el consejo ejecutivo de este martes un plan de choque, pactado con ERC, para incrementar en 30.000 plazas los cursos de catalán, entre propios y coordinados con otros agentes del Consorcio para la Normalización Lingüística (CPNL). Con esta ampliación el objetivo es llegar a tener una oferta de 140.000 plazas en 2026, con una inversión de 8,8 millones de euros.
Estos cursos estarán dirigidos especialmente a colectivos recién llegados, a profesionales del sector de la educación, el comercio, la salud y la población que en general desea mejorar sus competencias lingüísticas.
Los objetivos del plan de choque para el catalán se centran en dimensionar adecuadamente el sistema de enseñanza y acreditación para ajustarlo a la creciente demanda social, aumentar los formadores que ofrecen los cursos, mejorar los procesos de inscripción, incrementar las vías de aprendizaje con nuevos formatos y los horarios.
Más cursos de nivel C2 y coordinación con los sindicatos
Este incremento de la capacidad del Consorcio para la Normalización Lingüística ampliará la oferta de cursos propios y coordinados en 30.000 plazas debido al aumento en la capacidad docente y el impulso de cursos coordinados con sindicatos, patronales y otras entidades. También se pondrá en marcha una línea de subvenciones para los municipios con el objetivo de descentralizar la enseñanza del catalán y hacerla más accesible a toda la ciudadanía.

Con el acuerdo también se ampliará la oferta anual de cursos de nivel C2 de catalán mediante un acuerdo con sindicatos y entidades, e incrementar los cursos impartidos por el CPNL. Se trata del inicio de una etapa de colaboración más amplia entre la nueva consejería y las entidades y los sindicatos.
Un plan de choque para revertir los resultados de usos lingüísticos
En diciembre del año pasado, el consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, ya expresó el pasado diciembre la voluntad de “relanzar” el Consorcio para la Normalización Lingüística, dedicando más presupuesto y más personal, mejorando y ampliando la oferta de cursos con unos horarios “más adaptados” a las necesidades de la ciudadanía.
La aprobación de este plan de choque se realiza casi un mes después de conocer los resultados de la encuesta de usos lingüísticos en Cataluña, donde se observó una caída del número de ciudadanos que tienen el catalán como lengua habitual. Más concretamente, la encuesta destacó que solo una tercera parte de los catalanes tiene el catalán como lengua habitual.