Los incendios que devastan media España desde hace días se han convertido en una cuestión política más allá del desastre natural, como ya ocurrió con los efectos de la Dana en el País Valenciano, que acumula una serie de reproches entre el PP y el PSOE. En el último movimiento, la Fiscalía especializada en Medio Ambiente y Urbanismo se ha sumado a esta cruzada para investigar la falta de planes de prevención contra los incendios forestales en los municipios afectados por los fuegos en el conjunto del Estado.
Según ha confirmado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el Ministerio “trabaja” con la Fiscalía para abordar esta cuestión, aunque ha asegurado que “no le consta” que haya zonas de alto riesgo en el Estado que no tengan planes de prevención.
Actualmente hay 18 incendios activos. Los que más preocupan, según ha explicado el ministro, se encuentran en las comunidades de Castilla y León, fundamentalmente en la provincia de León, en el municipio de Barniedo de la Reina, que presenta una situación compleja. También son alarmantes los fuegos que afectan a Galicia y el incendio de Cáceres de Jarilla, en Extremadura.

No faltan medios para combatir los fuegos
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Grande-Marlaska ha negado que haya una falta de medios para combatir los fuegos, tal como ha criticado el PP. El ministro ha insistido en que el Estado ha ofrecido «desde el minuto uno» todos los medios requeridos por las diferentes comunidades autónomas y ha criticado los ataques del PP, que comenzaron «cuando los fuegos aún estaban activos». «Me preocupa que usen el conjunto de las tragedias para atacarnos, porque genera una desvinculación de la sociedad hacia las instituciones», ha dicho. Y ha subrayado que lo que se debe hacer es “trabajar en otra fase, que es la de la prevención”.
El ministro ha explicado que en general las condiciones climatológicas son más favorables y que esto debe facilitar la tarea de extinción de los fuegos activos.
Además, Grande-Marlaska ha explicado que hay un gran número de incendios de los cuales no se puede determinar el origen, pero que entre aquellos que sí, un tercio de estos incendios son intencionados.