La Comisión Europea convoca el Partido Socialista y el Partido Popular a una nueva reunión para desbloquear la enquistada renovación del Consejo General del Poder Judicial. Seis años después del fin del mandato actual del órgano, de mayoría conservadora, los populares mantienen el bloqueo a un ciclo que prevé durar un máximo de cinco años. Después de una reunión con el ministro de la Presidencia Félix Bolaños y el vicesecretario de relaciones internacionales del partido de Núñez Feijóo Esteban González Pons, el comisario europeo de justicia, el belga Didier Reynders, se ha mostrado «optimista» sobre la posibilidad que las dos grandes formaciones del legislativo español «logren un acuerdo» para desencallar la situación.
Después de la conversación con los representantes españoles, Reynders asegura que «los elementos están» para acordar el nuevo órgano directivo de la judicatura del Estado. «Hace falta voluntad política», ha alertado, pero. Justo es decir que la distancia entre las posiciones de socialistas y populares ha obligado que la Unión Europea «flexibilice» su mandato respecto de los ritmos de control democrático de la justicia. El plazo que la Comisión había permitido en gobierno y oposición terminaba el 31 de marzo, si bien el comisario ha reconocido que los márgenes tendrán que ser más anchos. «No se tienen que fijar últimos días», corrige. «Zoco a la disposición para continuar las discusiones si hace falta; el que es esencial es constatar que avanzamos», reitera el titular de justicia.

España va atrás
El optimismo del representante europeo, pero, no tiene réplica en las posiciones negociadoras españolas. En la salida de la reunión -en paralelo en el halagüeño análisis de Bruselas- González Pons ha reconocido que las posiciones están «congeladas»; sin «adelantos». Los conservadores reclaman una «reforma que garantice la independencia de los jueces», requisito que no ven cumplido en las propuestas sobre la mesa. El representante de los de Feijóo ha aprovechado la ocasión para cargar contra la ley de amnistía, considerándola un «ataque» contra los jueces. Por su parte, Félix Bolaños considera «imprescindible» la renovación, celebrando que «las partes sigan negociando». El ministro ha dirigido, a su vez, un golpazo velat contra la oposición, criticando su escasa disposición al diálogo. «El hecho de seguir sentados e intentando acercar posiciones ya es un adelanto», razona el titular de Justicia.
Tercera reunión
Las declaraciones cruzadas por parte de populares y socialistas se han producido después de la que ha sido la tercera reunión entre Pons y Bolaños ante el ejecutivo europeo. Los anteriores encuentros, a finales de enero y mitjan febrero, dieron tan pocos frutos como la de este miércoles. Tanto es así, recuerda Bruselas, que se han tenido que cambiar las condiciones del acuerdo para ejercer de mediador entre las partes. Justo es decir que uno de los motivos principales para el calendario que facilitó Reynders tiene que ver con los comicios europeos que se celebrarán en mayo: el liberal belga tendrá que abandonar su posición al frente de la comisaría de justicia para dirigir la campaña electoral.