Las matemáticas no pasan por un buen momento en Cataluña. Después de hacer el examen de esta asignatura a las pruebas de acceso a la universidad (PAU), los estudiantes ya mostraban caras largas y tenían expectativas muy bajas sobre los resultados que obtendrían en este examen. Unas malas expectativas que se han cumplido. Los resultados generales de la selectividad publicados este martes por el Departamento de Universidades e Investigación, en manos del consejero en funciones, Joaquim Nadal, revelan un suspenso mayoritario en esta asignatura. Concretamente, la nota mediana que han obtenido los 16.807 estudiantes matriculados en matemáticas es de 4,87, la más baja de los últimos seis años.
Comparando los resultados de este año de las PAU con los de los últimos años, la bajada en matemáticas ha sido notoria. Mientras que en 2020, en plena pandemia, la media lograda en esta materia fue de 6,25, este año ha caído prácticamente dos puntos. Es cierto también, pero, que en los últimos años la tónica ya apuntaba cabe este descenso: un 5,56 de media en 2021 y un 5,49 de media en 2023 -el 2022 se produjo un ligero repunte, ensartándose hasta el 6,12. «A bachillerato hay mucho temario a cursar sobre matemáticas y hay muy poco tiempo para hacerlo», argumenta la presidenta de la Federación de Entidades para la Enseñanza de las Matemáticas en Cataluña (Feemcat), Carme Vicens, en conversación con El Món. Si bien es cierto que históricamente esta asignatura ha sido una de las piedras en el zapato por el alumnado -tal como se demuestra en los resultados de las PAU de los últimos años-, este año la situación se ha agraviado a raíz de la supresión de una hora lectiva cada semana de esta asignatura. «Los docentes tienen que enseñar el mismo temario, pero con el 75% de las clases que tenían hasta ahora», apunta Vicens.
Una reducción del tiempo que se dedica a la asignatura se añade a la ampliación del temario a impartir, puesto que los alumnos que este año han hecho la selectividad también han tenido que aplicar conocimientos sobre probabilidades. Una cuestión que se ha incorporado al currículum este último curso: «Los alumnos han ido con el pie cambiado durante todo el año, porque han tenido que aprender todo el contenido de dos años sobre probabilidades en solo un curso», apunta. Después de comentar la prueba de las PAU con otros compañeros de profesión, Vicens asegura que «el examen no era más difícil» que el de las últimas ediciones: «Es cierto que quizás era un poco demasiado largo, pero asumible», asevera la presidenta de la Feemcat, que atribuye los resultados en la mala planificación del curso y no a la dificultad de la prueba.

La estocada de las pruebas PISA
Las carencias en matemáticas se vuelven a poner sobre la mesa a raíz de los resultados de las PAU, pero vienen de más lejos. Las pruebas PISA (Programme for International Student), que se realizaron durante el 2022 -el informe de las cuales salió a la luz el diciembre del año pasado-, ya demostraban que Cataluña sufría especialmente en esta materia. Concretamente, el sistema educativo catalán cayó 24 puntos entre el 2012 y el 2022, y se situó por debajo de la media europea e, incluso, de la del Estado español. Unos malos resultados que obligaron el Departamento de Educación, dirigido por la consejera ahora en funciones, Anna Simó, a maniobrar rápidamente para intentar paliar las carencias. De hecho, la consejería destituyó el entonces presidente de Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Cataluña (CSASE), Carles Vega, y puso en marcha la creación de un grupo de expertos con la misión de elaborar un análisis exhaustivo de la salud de la educación catalana.
De esta comisión de expertos ha salido un documento con más de un centenar de posibles medidas que la consejería puede implementar para paliar las carencias del sistema educativo, especialmente enfocadas a las matemáticas y a la comprensión lectora -los dos grandes agujeros negros y las prioridades de Simó para el curso próximo. Con estas cartas sobre la mesa, la consejería ha elaborado el plan Florence, una medida dirigida, inicialmente, en 200 centros educativos de Cataluña -120 de primaria y 80 de secundaria- y que consiste a ofrecer en estas escuelas una maleta con materiales manipulativos de didáctica de las matemáticas, programación y guías para dos sesiones semanales de una hora: «Creo que de entrada no es un plan muy ambicioso, puesto que solo se habilita para doscientos centros, pero confío que se vaya extendiendo en todas partes con los años», argumenta Carme Vicens.

Posibles soluciones para resolver las carencias en matemáticas
El objetivo de este plan de matemáticas es trabajar la materia en el aula de manera más «competencial», es decir, abandonar un poco las clases magistrales y teóricas para potenciar las competencias y el razonamiento de los estudiantes. Una idea, de hecho, que se suelta al nuevo formato de selectividad que aprobó la semana pasada el gobierno español. Ahora bien, por Carme Vicens, esta medida «no es suficiente» para abordar todas las problemáticas de esta materia: «Creo que el más esencial sería incrementar el número de horas de matemáticas», asevera la presidenta de la Feemcat, que también quiere dejar claro que es un incremento que se habría «de equilibrar» con las horas de clase del resto de asignaturas para no generar «desigualdades».
La experta considera que, con más tiempo, se podría profundizar en el temario sin la necesidad «de adelgazar currículum» y, a la vez, poder garantizar un buen acompañamiento del alumnado: «Los estudiantes llevan una mochila personal a las espaldas que a veces también hay que tratar. La tipología de alumno ha cambiado con los años», apunta Vicens. Es por este motivo que la presidenta de la Feemcat cree que «ampliar» las horas de matemáticas permitiría «garantizar» el acompañamiento de los estudiantes y «mejorar» los resultados de la materia. Ahora, pues, con la bajada de las PAU que confirma la tendencia decreciente de las PISA, la consejería de Educación encara la preparación del curso que viene con las matemáticas como uno de los grandes retos a afrontar.