La consejera de Interior y Seguridad Pública, Nuria Parlon, así como su lugarteniente, el director de la Policía, Josep Lluís Trapero, han evitado hacer una defensa apasionada de los antiguos mandos del cuerpo que diseñaron el operativo antiterrorista para detener el presidente al exilio Carles Puigdemont. En declaraciones a la prensa esta tarde desde la sede de Interior, Parlon y Trapero, han asegurado que «las cosas se podían haber hecho mejor» el pasado ocho de agosto.
Una respuesta que acompaña en cierto modo el criterio del juez instructor de la causa del Proceso, el magistrado Pablo Llarena contra el dispositivo de la policía autonómica. De hecho, Llarena ha remitido el informe de los Mossos d’Esquadra y del ministerio del Interior sobre el fiasco de la detención de Puigdemont a los juzgados de Barcelona a los «efectos legales oportunos» para que decidan si hay indicios delictivos que el mismo instructor esboza.
Un criterio que diverge del de la fiscalía catalana que esta mañana ha pedido formalmente el archivo de las querellas que presentaron Vox y la organización ultra HazteOir contra el exjefe de los Mossos, Eduard Sallent, el exdirector general de la policía, Pere Ferrer, el presidente del Parlamento, Josep Rull, el presidente Pere Aragonès, el entonces consejero de Interior, Joan Ignasi Elena y el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye. El teniente fiscal de la Fiscalía Superior de Cataluña considera que una vez evaluados los informes no hay ningún indicio de delito penal.

Defensa de los Mossos pero no del operativo
Parlon ha insistido que desde Interior, «respetamos las decisiones judiciales» y ha mostrado «la confianza en el cuerpo de Mossos d’Esquadra». En este sentido, ha garantizado «transparencia y colaboración» con la justicia. «Si bien consideramos que las cosas se podrían haber hecho mejor, esto no impide que hacemos apoyo al cuerpo. No haremos valoraciones de la resolución y nos ponemos a disposición de la justicia», ha añadido. «Los mozos no hacen nada más que cumplimiento el presente y futuro de las órdenes judiciales», ha remachado Trapero.