En un ambiente de ceremonia de reencuentro, con ese tono que ahora se apresuran a definir como de «normalización de Cataluña», se ha celebrado este mediodía la toma de posesión de la nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mercè Caso. Un relevo que hacía nueve años que no se celebraba, en una institución presidida hasta ahora por el magistrado Jesús Maria Barrientos, uno de los duros contra el Procés, y que convirtió el tribunal en uno de los principales escenarios de la lucha contra el independentismo.

Caso ha prometido el cargo y ha pronunciado su discurso en catalán. Un contexto en el que se ha comprometido a impulsar el uso de la lengua de Cataluña en los tribunales. «Quiero también que durante mi presidencia haya un nuevo impulso al uso del catalán, uno más, porque el derecho que hay que defender es el derecho lingüístico de los ciudadanos y ciudadanas», ha razonado. Caso ha reivindicado el papel de la mujer en la magistratura y ha agradecido la presencia de la multitud de cargos públicos que han compartido la ceremonia, como el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló Domènech.

Mercè Caso, en el moment de prometre el càrrec/CGPJ
Mercè Caso, en el momento de prometer el cargo/CGPJ

Petición expresa a los compañeros de toga y la crítica

Caso ha querido enfatizar que se dirigía «especialmente a todos los miembros de la familia judicial que usan o pueden usar el catalán en el ámbito doméstico, pero que no se atreven a utilizarlo en el ámbito profesional por falta de seguridad». «Dad el paso, tenemos suficientes herramientas para ayudaros y las personas a las que os dirigís sentirán que sus derechos han quedado satisfechos», ha exclamado. Una apuesta más firme que su antecesor, cuyo mandato no ha brillado especialmente por el número de resoluciones dictadas en catalán, sino al contrario.

Por otro lado, ha pedido a los jueces y magistrados que sean conscientes del poder que ostentan. Así ha alertado que «muchas veces, vuestro relato nos golpea, pero debemos sobreponernos porque somos profesionales y debemos resolver el conflicto aplicando las leyes que tenemos». «Aceptaremos la crítica, honesta y objetiva», ha asegurado para añadir que son «conscientes» de que a menudo las decisiones judiciales «son difíciles de entender». «La crítica debe unirse al respeto, porque sin respeto se debilita el Estado de Derecho y las instituciones que lo protegen». Por otro lado, ha insistido en construir la defensa del Estado de derecho con ayuda del resto de instituciones políticas en un «tiempo de oscuridad» como el que dice Caso que vivimos actualmente. Fuera ya de protocolo, un grupo de magistrados rodearon a Barrientos para aplaudirlo.

Comparte

Icona de pantalla completa