Miércoles y jueves de esta semana debían ser claves para desentrañar lo que sería la gran cuestión del caso Koldo, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. La causa abierta por parte del Tribunal Supremo sobre la presunta trama de comisiones a cambio de obra pública ha entrado en una nueva dimensión a raíz del informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) del pasado 3 de octubre. Un atestado que intenta encontrar el origen de los ingresos de Ábalos que no cuadran a los investigadores.

Este atestado policial impulsó al juez instructor, el magistrado Leopoldo Puente, a citar de nuevo a Ábalos y García, para este miércoles y jueves respectivamente. Sin embargo, el exministro ha intentado a última hora cambiar de letrado, para así poder demorar unos días la declaración y evitar la posible petición de prisión provisional de las acusaciones o del ministerio fiscal en la vista posterior de la cita. La jugada táctica, sin embargo, no ha tenido éxito, porque el juez ha rechazado por ahora el relevo y mantiene la citación para mañana. En cambio, Koldo ya ha cambiado tres veces de abogado en este procedimiento.

Koldo García sale del Tribunal Supremo después de someterse a una prueba caligráfica el pasado mes de febrero / Europa Press

Muchos puntos oscuros por aclarar

El juez quiere esclarecer puntos oscuros de la instrucción, como la sospecha de que Koldo «se había hecho cargo regularmente de pagos que corresponderían» a Ábalos. Pagos que responderían a su ámbito familiar «como la pensión alimenticia de uno de sus hijos, nóminas de su asistente doméstica, regalos y presentes a sus amistades, cuotas hipotecarias de un inmueble, viajes y otros gastos personales». Unos pagos que, siguiendo el criterio del juez, eran «de un importe significativo».

Además, el magistrado subraya que una vez contrastados estos pagos con las finanzas de Koldo, los investigadores no han encontrado «ninguna contrapartida explícita» que justificara la generosidad de Koldo. Unos pagos que, insiste el juez, no tenían nada que ver con Koldo o su entorno. Por lo tanto, la reflexión del juez es que o bien Koldo hacía estos pagos «en provecho y beneficio» del entonces ministro «sin ninguna contrapartida explícita»; «o bien Ábalos le habría devuelto aquellas cantidades adelantadas en dinero en efectivo o de otra manera desconocida».

Y de dónde salían los dineros…

Dado el atestado que muestran los «ingresos regulares» y los gastos que realmente tenía Ábalos, el juez razona que el exministro se «podría haber beneficiado de alguna fuente irregular de ingresos, lo que coincidiría con las recepciones ilícitas de dinero en metálico que indiciariamente se le atribuyen». También entraría dentro de las posibilidades que un tercero diera dinero a Koldo García para el asesor y para el ministro, y que García se hiciera cargo de estos gastos.

Sea como sea, el juez ve agujeros y contradicciones entre los indicios que recopiló la Guardia Civil y las primeras declaraciones del exministro en sede judicial, cuando aseguró que su relación con Koldo era «la ordinaria entre un ministro y sus diversos asesores». Curiosa definición, si Koldo García pagaba encargos personales y domésticos del ministro.

En este sentido, considera que son varios indicios que no encajan con lo que ha declarado Ábalos en sede judicial, donde ha dicho sobre su relación con Koldo que «no pasaba de la ordinaria entre un ministro con uno de sus diversos asesores», por más que este último asumiera ciertos encargos domésticos. Por ello, al juez le ha crecido la sospecha de que Koldo y Ábalos «podrían mantener entre ambos métodos poco transparentes de comunicación de sus patrimonios, y recibían a la vez ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, que eventualmente podrían provenir de los ilícitos penales que, por ahora, se les atribuyen».

El magistrado sospecha que hay la posibilidad de que Koldo y Ábalos «pudieran haber mantenido entre ellos métodos no transparentes de comunicación de sus respectivos patrimonios, recibiendo indistintamente ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen». Por eso, ve pertinente interrogarlos de nuevo.

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