Permitir la uso del catalán en el Congreso una de las primeras promesas que ha hecho Francina Armengol desde que ha empezado a ostentar el cargo de presidenta de la mesa del Congreso. A pesar de que Armengol se había comprometido públicamente a hacer efectivo el uso de las lenguas cooficiales dentro de la cámara baja, el reglamento actual requiere algunas modificaciones para blindar las lenguas jurídicamente. Es por eso que, según ha avanzado
«El orador podrá pronunciar su discurso en cualquier de las lenguas que tengan carácter de oficial en alguna comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y el correspondiente Estatuto de Autonomía», asegura el nuevo acuerdo, que modifica el artículo 70.2 y dos artículos más del reglamento vigente. De este modo, con el matiz acordado, la lengua se puede usar sin ningún inconveniente, puesto que con la normativa actual el uso del catalán quedaba recogido en un pequeño vacío legal, donde el uso de las lenguas actuales ni quedaba garantizado ni prohibido. De hecho, es por este motivo que la antigua presidenta del Congreso, Meritxell Batet, frenaba las intervenciones en catalán de los diputados de ERC, Junts y CUP que optaban para usar la lengua en la cámara baja.

Un pacto sometido a trámite
Como es habitual en toda burocracia, la reforma del reglamento acordada por socialistas y republicanos no permitirá que el uso oficial del catalán dentro del Congreso entre en vigor inmediatamente, sino que hay que someterla a trámite. Según indican fuentes de la negociación en El Periódico, están estudiando avanzar las negociaciones con un registro por la vía rápida e incluso con la celebración de un pleno extraordinario para su aprobación con el fin de que los parlamentarios puedan expresarse en catalán, vasco y gallego los primeros plenos de la cámara baja. De hecho, en este contexto, las mismas fuentes republicanas han asegurado que el tema de las lenguas «obviamente, es una prioridad»