El tablero electoral comienza a moverse de cara a la consulta definitiva que debe decidir qué lista dirigirá el ejecutivo de Esquerra Republicana los próximos 4 años. Menos de veinticuatro horas después de que Foc Nou rechazara la opción de unirse a Militància Decidim o Nova Esquerra Nacional, las dos candidaturas que se enfrentarán en la segunda vuelta del 14-D, y basara la negociación en cinco puntos clave, la lista de Godàs ha reaccionado con una propuesta firme a la lista de Helena Solà y Alfred Bosch para iniciar un «nuevo ciclo» en la formación republicana, remarcando los «elementos fundacionales y más reconocibles» del partido para «reconectar» con la ciudadanía tras los reveses del último ciclo electoral.
Nova Esquerra Nacional aspira ahora a generar un movimiento que «trascienda dentro del partido»; que sume a todos los militantes. Así, defienden que el proceso congresual debe servir para situar la independencia y la justicia social como «dos luchas indisolubles» desde los valores de ERC. Por eso, proponen a la lista de Helena Solà y Alfred Bosch un pacto para definir la estrategia política del partido y fijar la ponencia política del congreso como el instrumento que debe concretarla. En este punto, el primero del acuerdo, NEN propone «integrar representantes de las cuatro candidaturas que han concurrido en el proceso congresual para elaborar las ponencias».
También subrayan que es necesaria una estrategia nacional que haga posible la celebración de un referéndum de independencia, y proponen que la propuesta se concrete de forma colectiva el próximo año. Este proceso de trabajo arrancará con la propuesta de hoja de ruta que hizo Foc Nou y el proceso debe culminar con la celebración, durante el año 2025, de una Conferencia Nacional de Esquerra Republicana. Además, la lista de Godàs propone que la presidencia de la conferencia la ostente una persona propuesta por Foc Nou.

Consultas vinculantes para investiduras o pactos de gobierno
Por otro lado, NEN considera que la participación de ERC en una investidura o en pactos de gobierno o gobernabilidad debe responder a la «estrategia política» consensuada en el partido. Por eso, la propuesta establece que “cualquier eventual investidura, ya sea en la Presidencia de la Generalitat de Catalunya o en el Gobierno del Estado, que deba contar con el apoyo de ERC sea sometida previamente a una votación vinculante al conjunto de la militancia”, garantizando que todas las posiciones puedan ser defendidas en igualdad de condiciones.
Asimismo, la propuesta fija que el redactado de la pregunta, que no deberá ser binaria, y las posibles respuestas deberán ser aprobadas por el Consell Nacional. “Cualquier acuerdo de gobierno en Barcelona deberá ser sometido a la militancia de la Federación de Barcelona de forma vinculante”, concluye.
Por otro lado, el pacto incluye hacer un seguimiento «exhaustivo» del cumplimiento del acuerdo de investidura de Salvador Illa. Para fiscalizarlo, antes de finalizar el otoño de 2025, se presentará un informe del estado de cumplimiento del pacto y se someterá a votación de toda la militancia, con la posibilidad de captar posicionamientos más allá de una respuesta binaria. La propuesta también establece que la comisión redactora del mencionado informe será por tres personas militantes nombradas por la Ejecutiva Nacional, una de las cuales a propuesta de la candidatura Foc Nou y otra por parte de la candidatura Militància Decidim.

Propuestas sobre transparencia, separación de cargos, municipalismo y lengua
La lista de Godàs y Camps también propone medidas de control y transparencia, como impulsar una auditoría externa sobre la estructura B, como reclama Foc Nou, y la creación de un código ético. Asimismo, defiende una bicefalia en el partido tal como reclama la lista que ha quedado descalificada de la carrera congresual: tanto la presidencia como la secretaría general del partido no concurrirán en el proceso para ser cabeza de cartel en las elecciones al Parlamento.
Finalmente, defiende que el municipalismo es la “base del proyecto republicano” y propone “mecanismos de participación directa” de las principales alcaldías ostentadas por ERC en la Ejecutiva Nacional y, por otro lado, plantea la defensa del catalán «en todas partes» y garantizar su uso en todas las instituciones y espacios donde sea posible, especialmente los espacios de representación pública, a partir de un manual de usos lingüísticos que lo determine.