El vicesecretario general de comunicación de Esquerra Republicana, Isaac Albert, no ha querido echar leña al fuego en la negociación que mantiene el ministerio de Transportes con los trabajadores de Renfe, que ha propuesto que el nuevo operador de Rodalies dependa del grupo Renfe para evitar la huelga de protesta contra el traspaso de Rodalies. En una atención informativa en el Congreso de ERC, ha asegurado que el traspaso de Rodalies no busca contraponer «los derechos del pueblo de Cataluña con los de los trabajadores». El dirigente republicano ha dicho que no quieren arremeter contra los trabajadores porque «no tiene sentido y no lo haremos». «Si queremos el traspaso lo debemos hacer con los derechos de los trabajadores», ha sentenciado, y ha recordado que «el acuerdo está firmado» y «no está en cuestión».
Albert ha dejado claro que la formación republicana no forma parte de la negociación entre el gobierno español y los sindicatos de los trabajadores, pero que están informados de cómo avanzan, y ha insistido en que no quieren entrar en este debate porque «los derechos laborales están garantizados por ley». Los republicanos quieren al mismo tiempo subrayar que quieren que los trabajadores de Renfe se sientan lo «más cómodos» posible en el proceso de este traspaso, que ha reconocido que el proceso para hacer el traspaso «será costoso», y no será «fácil ni rápido», porque intervienen diversos factores que lo «hacen complicado», pero el objetivo final de todo este proceso es que Rodalies sea gestionada por «una empresa 100% catalana». «Trens de Catalunya debe acabar gestionando la red de Rodalies», ha sentenciado.
«Las candidaturas son historia»
Por otro lado, Albert ha expuesto los números del cónclave para mostrar cómo la máquina vaticana junquerista ha ordenado el partido. De 1851 enmiendas presentadas por la militancia en los congresos territoriales y sectoriales, solo han quedado vivas diez. En concreto, de las 867 a la ponencia política solo sobreviven cinco; de las 750 a la ponencia estatutaria, se mantienen dos y de las 234 a la estratégica, permanecen tres. Ninguna de las ponencias vivas tiene un contenido trascendental. Y más números. Para rematar, la votación del informe de presidencia se ha aprobado con 644 votos, 139 en blanco y 29 no. Una señal inequívoca de quién corta el bacalao en la formación.

La interpretación de la dirección del partido del proceso congresual es clara: “Las candidaturas son historia, para la militancia y para la dirección del partido”. Así Albert ha reconocido que hay enmiendas que se podían vincular a cada candidatura en las asambleas territoriales, y al final, se han negociado con los militantes de cada territorio. Todas, excepto en el congreso territorial del País Valencià donde se aprobaron enmiendas en una asamblea de doce personas, que finalmente, han quedado postergadas en un debate a dos años vista.
Se conocerán las conclusiones de las comisiones de la verdad y de seguimiento de pactos
La segunda fase del cónclave republicano ha arrancado a las nueve de esta mañana con el informe de presidencia, que ha sido aprobado, según ha podido saber El Món, por 644 votos, 139 en blanco y 29 no. El cónclave llega tres meses después de que Oriol Junqueras volviera a ser elegido presidente de Esquerra, y en un momento en que el presidente del partido se encuentra más reforzado de lo que se esperaba a finales de 2024, cuando la oposición liderada por Nova Esquerra quería limitar sus funciones y mandato, unas enmiendas que finalmente el movimiento de Xavier Godàs y Alba Camps han retirado. La previsión es que las bases que han asistido al congreso comiencen a debatir la ponencia política, que se votará antes del almuerzo, y que por la tarde se posicionen sobre la ponencia estatutaria.
Durante la jornada de hoy, los militantes conocerán las primeras conclusiones de la comisión de pactos, que hace seguimiento del cumplimiento de los acuerdos de investidura con el PSOE y el PSC para investir a Pedro Sánchez y Salvador Illa respectivamente. «Solo se explica el seguimiento, no se vota», ha dejado claro Albert sobre el seguimiento de acuerdos clave. «Es importante que se pueda rendir cuentas y explicar en la situación en la que estamos», ha dicho Albert. El último punto del orden del día de esta primera jornada del congreso, que concluirá mañana, será el referente a la comisión de la verdad encabezada por Joan Tardà. Se pondrá en conocimiento de la militancia las conclusiones sobre la estructura B del partido, pero el plenario no podrá votarlas porque la Comisión de Garantías concluyó que el órgano de Tardà debía limitarse a explicar si han existido o no estructuras paralelas y explicar cómo se han financiado, pero en ningún caso podrá señalar directamente a los supuestos responsables.