El Parlamento de Cataluña ha aprobado este viernes por la mañana el presupuesto de la Generalitat del 2023 después de cuatro meses de negociaciones y tira y afloja. Lo ha hecho con los votos de ERC, PSC y los comunes, mientras que el resto de grupos parlamentarios han votado en contra. Ha sido un debate de presupuesto en el cual ya había todo el pez vendido y ha evidenciado la distancia entre ERC y Junts en cuanto al rumbo de los dos años que quedan de legislatura, tanto a nivel sectorial como nivel nacional. El punto clave con el cual se desencallaron las negociaciones de los presupuestos fue la B-40, una infraestructura la cual el Gobierno de ERC estaba totalmente opuesto. Los republicanos tuvieron que votar a favor del tramo de autopista y de ceder con el aeropuerto del Prat y lo Hard Rock para poder llegar a un acuerdo con el PSC.
Los presupuestos tienen una partida de 41.025 millones de euros. Con estas cifras, el aumento de gasto de la Generalitat por este 2023 es de un 7,6% más, en comparación el 2022. Estos datos repercuten en todos departamentos, poniendo especial atención a Educación y Salud, que se llevan las partidas más altas, 6.825 millones de euros y 11.423 millones, respectivamente. También en porcentajes han destacado las inversiones en el departamento de Igualdad y Feminismos, con un 26,8% más de inversión; y Cultura con un 23,9%. Hay que destacar, pero que los datos tienen en cuenta los impactos de los fondos europeos, si no la inversión seria de 39.839 millones de euros.

Junts vuelve acusar de tripartito
De hecho, Junts ha criticado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para pactar con los socialistas y comunes, puesto que consideran que es un «retorno del tripartito» y la «rotura de la mayoría del 52%». Así lo ha explicitado el diputado del partido de Turull Jordi Munell, quien ha sido uno de los tres partícipes de las negociaciones del presupuesto, junto con Joan Canadell y Mònica Sales.
Munell ha sacado pecho de sus enmiendas, que han sido rechazadas por los otros grupos parlamentarios. Entre las propuestas de Junts, había la deflactación del IRPF o la reducción del impuesto de patrimonio o el de sucesiones. «Ni coordinación estratégica independentista, ni amnistía, ni autodeterminación y una tabla de diálogo con poco frutos. El único que hemos visto es facilitar la investidura en el gobierno de España, la estabilidad en el gobierno de España, el presupuesto del gobierno de España y el presupuesto del Ayuntamiento de Barcelona», ha lamentado Munell.
El PSC pide a Aragonés que asuma su soledad
Por su parte, el PSC ha celebrado que este viernes se aprueba «un buen presupuesto», que «tiene que servir porque Cataluña se ponga en marcha». En el debate previo a la aprobación definitiva de las cuentas en el Parlamento, su portavoz, Alícia Romero, ha pedido que el pacto «se cumpla de la A a la Z, de pe a pa». «Nosotros cumpliremos el que hemos pactado y esperamos que vosotros también lo hagáis», ha insistido. Por otro lado, ha reclamado al ejecutivo de Pere Aragonès que asuma que está «en minoría» después de haber «perdido el apoyo de la CUP y JxCat». Romero ha dicho que los socialistas siempre entrarán a negociar, pero que no se adherirán a todo aquello que haga el ejecutivo: «No falcamos el Gobierno, seguiremos haciendo una oposición crítica y constructiva».
La CUP pide una cuestión de confianza
Por su parte, la CUP ha pedido una cuestión de confianza al presidente Aragonés y ha pedido que no convierta el debate de presupuesto en este procedimiento parlamentario. De hecho, han recordado como Aragonés se comprometió a una cuestión en su pacto de investidura en el jefe de dos años y ha acusado el Gobierno “de abandonar el campo” de defensa de los derechos laborales y de hacer un giro hacia la derecha. “El PSC y la patronal han conseguido imponer su agenda y que el Gobierno se la haga suya”, ha afirmado Reguant, quien considera que lo han hecho por no confrontar el modelo “sociovergent”. De hecho, Reguant también ha defendido la Renta Básica Universal para no “apuntalar” los más riesgos.
Los comunes celebran el acuerdo
Los comunes creen que los presupuestos que aprueba este viernes el Parlamento son «los mejores posibles». El diputado Joan Carles Gallego, uno de los negociadores de En común Podemos, ha afirmado que había que «hacer frente a tres tendencias: la regresiva desde la derecha, la inmovilista que se instala en críticas sin propuestas y la conservadora, que quiere mantener tendencias pasadas sin introducir disrupciones». A la vez, ha celebrado que las cuentas «ni bajan impuestos ni dedican un euro en los macroproyectos». A pesar de que los socialistas han conseguido el compromiso del Gobierno de desencallar el Hard Rock, la ampliación del Prat o la B-40, los comunes celebran que es «un acuerdo declarativo y sin condición presupuestaria».
Las delegaciones, diana de los españolistas
Por parte de la derecha españolista, PP y Ciutadans han criticado que se tratan de unos presupuestos que «únicamente benefician al presidente del Gobierno». De hecho, el diputado de Ciutadans Nacho Martín Blanco ha lamentado que las cuentas falte una cooperación entre el sector público y el privado. Por su parte, el PP considera que hay algunos recortes, así como ha planteado el cierre de delegaciones al exterior de la Generalitat.
