El anuncio de elecciones anticipadas que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha hecho esta tarde después de que el Parlamento haya tumbado el proyecto de ley de los Presupuestos de la Generalitat para el 2024 pone el punto final a la legislatura de la mayoría independentista del 52%. Además, esta legislatura llega a este final abrupto con los partidos independentistas, sobre todo Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, a la greña y en una disputa continúa, en Cataluña y a Madrid, para ser la primera fuerza del independentismo, mientras que todas las encuestas apuntan que el PSC y Salvador Illa son los mejor posicionados para ganar las elecciones en el Parlamento del próximo 12 de mayo. Además, la fragmentación del voto independentista, que se puede encontrar con cinco o seis candidaturas, puede jugar en contra del movimiento y puede poner en riesgo la mayoría absoluta en la cámara catalana.
Después de un largo intercambio de reproches, ERC y Junts ya afilan las herramientas para la batalla, que en el caso de los juntaires implica jugar la carta de Carles Puigdemont: quieren que el presidente al exilio sea su candidato, lo intentarán, buscarán vencer las trabas legales que intente poner el Estado –principalmente, jueces y Junta Electoral– y culparán los republicanos de ponerles trampas, como ya han dicho que son las elecciones anticipadas para el 12 de mayo.
Críticas agrias de Aragonés a los que lo hicieron presidente
Poco antes de la dura comparecencia de Jordi Turull, Pere Aragonès, que fue investido con los votos de ERC, Junts y la CUP, había cargado contra estas dos formaciones y también contra los comunes. Los ha calificado de «irresponsables» porque, seguún él, no han antepuesto los intereses del país a los de partido y no han permitido que se tramitaran los presupuestos. Aragonés, que ha acabado la legislatura solo con el apoyo de sus diputados y los socialistas, ha sido muy duro con los grupos que han votado a favor de las enmiendas a la totalidad y los ha responsabilizado de tumbar los presupuestos «con más recursos de la historia» por culpa de las «líneas rojas», en referencia al Hard Rock, por parte de los de Jéssica Albiach, y el impuesto de sucesiones, por parte de Junts. Aun así, el presidente del ejecutivo ha sido a su vez el centro de las críticas de las formaciones que han decidido no apoyar a las cuentas del Gobierno, y también ha sido criticado por el jefe de la oposición, Salvador Illa.
Turull acusa Aragonés de «sectario»
No menos contundente se ha mostrado el secretario general de Junts, Jordi Turull, que ha acusado el presidente de la Generalitat de «sectario» por avanzar los comicios, y ha opinado que la convocatoria electoral llega «tarde y mal». Así mismo, ha dejado claro que lo que ha pasado en el Parlamento es «la constatación de un fracaso del que que estaba avisado». «Esto va de solvencia o incompetencia», ha sentenciado. Por otro lado, no ha escondido su deseo de que el presidente al exilio, Carles Puigdemont, sea el próximo candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat y ha previsto que el ahora eurodiputado podrá estar en Cataluña, con la ley de amnistía en vigor, «el día del posible debate de investidura».

La CUP también critica duramente Aragonés
La CUP, la tercera pata de este 52% fallado que no ha servido para avanzar hacia la independencia, también ha cargado duramente contra el presidente y ha constatado el “fracaso personal y político” de Aragonés después de que haya tratado «de irresponsables» a los grupos parlamentarios que han tumbado las cuentas en el Parlamento. “Es irresponsable culpar al resto sin hacer autocrítica”, ha sentenciado el diputado Xavier Pellicer, y ha anunciado que los anticapitalistas “ya han activado los mecanismos” para elegir un candidato de cara a las próximas elecciones. «Aragonés ha fracasado por la falta de proyecto político», ha remachado.
Aragonés tampoco se ahorra los reproches del PSC y los comunes
El primer secretario del PSC y jefe de la oposición, Salvador Illa, tampoco se ha mostrado complaciente con Pere Aragonès, a pesar de que ha sido el único grupo, junto con ERC, que ha apoyado las cuentas. Así, ha dejado claro que Cataluña necesita «pasar hoja para avanzar y prosperar». «Cataluña no necesita ni inseguridad, ni inconsistencia, ni fluctuación ni desgobierno; Cataluña necesita un presidente», ha subrayado en clara referencia al ejecutivo de Pere Aragonès.
Por otro lado, Jéssica Albiach no ha querido hacer mucha sangre después de tumbar los presupuestos porque el Gobierno no ha aceptado parar el Plan Director Urbanístico (PDU) del Hard Rock y, en este sentido, le ha reclamado que evite sacar adelante medidas que hagan «irreversible» el macroproyecto de casino en Vila-seca. La líder de los comunes ha reprochado al presidente de la Generalitat que «centrifugue responsabilidades», pero le ve «coherente» en la convocatoria de elecciones porque el ejecutivo de ERC era «débil, de final de etapa, sin capacidad de tejer mayorías, sin liderazgo, ni proyecto de país».

Se acaba una legislatura sin el Gobierno al hemiciclo
Después del anuncio de elecciones anticipadas, la presidenta del Parlamento, Anna Erra, ha marcado el «punto final» a la legislatura con una intervención final al pleno sin la presencia de ningún miembro del Gobierno en hemiciclo. Después de comunicar formalmente que la ley de medidas de acompañamiento que se tenía que votar esta tarde ha decaído, Erra ha resaltado que la cámara catalana «merece todo su respeto porque ningunearla es ningunear la ciudadanía».
Así mismo, ha hecho un llamamiento a «aprender de los errores y hacer autocrítica» y a escuchar a la ciudadanía, y también ha advertido los grupos parlamentarios que «no conseguiremos avanzar si pensamos que lo podemos hacer solos, o si pensamos que nosotros y solo nosotros representamos el gran grosor del país». De cara al escenario posterior a las elecciones, Erra ha confiado que el Parlamento que resulte de los comicios sea «capaz de conformar una mayoría sólida que dé estabilidad al Gobierno y al país».