La CUP ve “prácticamente imposible” que su formación pueda negociar con el Gobierno de Salvador Illa los presupuestos de la Generalitat del 2025. Tras la primera reunión, la diputada de la CUP Laia Estrada ha asegurado que el ejecutivo socialista continúa con una “actitud de sordera” y “sin voluntad política”, por lo que ve muy complicado que las negociaciones puedan dar frutos. Los anticapitalistas se han reunido con la consejera de Economía, Alícia Romero, en un encuentro que ha terminado “sin ninguna sorpresa”.

La formación ha asegurado que la reunión con el Gobierno es “excepcional” y que es causada por “unas urgencias clarísimas que solo hacen que empeorar”. La falta de sintonía entre el Gobierno de Illa y la CUP es evidente. Desde el primer momento, el PSC ha defendido que su prioridad es llegar a un acuerdo con ERC y los Comunes, los dos partidos que facilitaron la investidura de Illa, pero se ha mostrado abierto al diálogo con el resto de formaciones excepto Vox, con quien nunca negocia.

Es una situación similar a la que vivió Junts hace unos días. Los de Carles Puigdemont se reunieron con el PSC y a la salida de la reunión dieron por rotas las negociaciones. Los anticapitalistas no dan por rotas las conversaciones, pero entienden que es el Gobierno “quien tiene la pelota sobre el tejado” y le han pedido que se moje.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la consejera de Economía, Alícia Romero, en la reunión del Consejo Ejecutivo / Rubén Moreno / Gobierno

La CUP reclama más acción al Gobierno

Estrada ha asegurado que el Gobierno debe elegir entre “defender los intereses de las élites o los del pueblo de Cataluña”. Los anticapitalistas han puesto sobre la mesa propuestas en materia de vivienda, movilidad y lengua, pero han denunciado que el ejecutivo socialista no quiere “escuchar los clamores populares”. La diputada ha lamentado que, a pesar de poder “resolver las urgencias” sociales que tiene el país, al Gobierno le falta “voluntad política”. Por eso insisten en que debe elegir entre gobernar “para los rentistas o para la ciudadanía, para los turistas o para quienes quieren desplazarse en transporte público, para quien defiende la lengua o para quien pretende enterrarla”. Estrada ha reconocido que están en lugares muy diferentes de la negociación. “Sin compartir este marco, es prácticamente imposible negociar nada”.

Durante la reunión, el equipo negociador de la CUP ha reclamado una reducción del 50% en el precio de los alquileres, garantizar contratos indefinidos y que los pisos de grandes tenedores que estén vacíos se puedan destinar a vivienda social. En materia de movilidad, los anticapitalistas quieren que todo el dinero que se debería invertir en la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat o el Cuarto Cinturón sirva para financiar el transporte público. En cuanto al catalán, han exigido “defender con uñas y dientes” el catalán y “confrontar la ofensiva judicial” que intenta imponer un 25% de castellano en las aulas.

Los presupuestos, en manos de ERC y los Comunes

Los presupuestos de la Generalitat del 2025 están en manos de ERC y los Comunes. Los dos partidos que invistieron a Salvador Illa son conscientes de que esta legislatura tienen la sartén por el mango y están presionando al PSC para introducir el máximo de cambios posibles en las cuentas. Los republicanos, que no olvidan la intransigencia de los socialistas catalanes durante las negociaciones de los dos últimos años, no están dispuestos a ponerlo fácil, mientras que los Comunes también quieren aprovechar la debilidad del PSC en el Parlamento para marcarle la agenda. Con todo, el Gobierno ya ha reconocido que no podrá tener presupuestos antes de terminar el año y todo apunta a que se acabarán pactando y votando bien entrado el primer trimestre del 2025.

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