Lluís Llach ha espoleado a reconstruir los puentes del independentismo por «poder conseguir la independencia». Ahora bien, el exdiputado de Juntos por el Sí no se ha estado de criticar con dureza, la estrategia de ERC y de su presidente Oriol Junqueras. Llach ha defendido que hay que «rehacer la unidad independentista» cuando en «Junqueras haya dimitido». Lo ha afirmado en la presentación del libro del jefe de prensa del Consejo de la República, Gerard Se Se, titulado «De la resistencia a la independencia: El Consejo de la República desde dentro de» (Ediciones Calígrafo), que se ha celebrado a la Librería Ola de Barcelona. La presentación también ha contado con la exalcaldessa de Badalona y exjefa de filas de la CUP en el Parlamento, Dolors Sabater, y el consejero al exilio y eurodiputado, Antoni Comín. Un libro que todo el mundo ha calificado «de historia oficiosa de la institución«.
En su intervención, Llach ha descrito el nacimiento del Consejo de la República y como se convirtió por «algún sector del independentismo en una piedra en el zapato». Así ha cargado con el mochuelo contra Oriol Junqueras para razonar la unidad estrategia del independentismo. «Pido la dimisión de en Junqueras cada semana, y una vez haya dimitido, se tienen que rehacer los caminos», ha enfatizado. «No es una cuestión personal», ha detallado para afirmar que ERC había estado siempre su partido. «Me enamoró el personaje y lo seguí, con toda la fidelidad, que incluso puso en entredicho mis principios ácratas», ha admitido. Pero ha criticado «la dimensión de los disparates democráticos, estratégicos y éticos» que, a su parecer, ha liderado Junqueras.

El parto del Consejo
El cantautor y novelista ha defendido en puridad la creación del Consejo de la República, pero ha identificado problemas de «confusión» durante su creación que coincidió con el Llamamiento Nacional o el Debate Constituyente. «Un momento en que nadie sabe qué representa qué», ha recordado. Así ha relatado que el Consejo nació del acuerdo de los partidos independentistas, pero que desde un principio ya se vio que molestaba a alguna formación como ERC.
En este contexto, ha recordado que los republicanos enviaron de representante Isaac Peraire, actual director de la Agencia Catalana de Residuos, un «cuarta línea» que fue un «señal». «A partir de aquel momento , por algunos aconteció una piedra en el zapato, con la ayuda de la prensa del país», ha subrayado y «ha quedado allá como una cosa extraña». En esta línea, ha insistido que la utilidad del Consejo se va viendo con la historia porque a la «voluntad popular» le hace falta la «vehiculación de estamentos institucionales». Llach también ha cargado contra los avisos que los catalanes siempre hacen en el Estado.
El Consejo, un «termómetro»
En su parlamento, el vicepresidente del Consejo, Toni Comín, ha expresado desacomplexadament que desde el Primero de Octubre, «hemos avanzado mucho menos del que querríamos» de cara a lograr la independencia. Comín ha aseverado que «la única manera de avanzar es la unidad estratégica». Una unidad sobre todo que hay que rehacer después de la «confianza rota desde el 2017» y los partidos, al final, «los partidos hacen el que dicen sus cúpulas y sus dirigentes».
Por otro lado, Comín ha querido proponer una «provocación» al público remarcando que el Consejo apuesta por la «confrontación inteligente, pacífica y democrática». «Esto sirve un poco de termómetro por saber cuánta gente dentro del independentismo está alienada con esta idea, qué disposición hay para asumir esta confrontación inteligente, pacífica y democrática, pero más bien cara que no barata», ha argumentado. » somos 100.000 mil», ha recordado. «No sé si se entiende la provocación o es demasiado críptica», ha cerrado. Después ha aclarado que hay que hacer «pedagogía de la confrontación y tiene que ser de la victoria». Además ha insistido que hay que advertir que la confrontación «tiene costes». Comín no ha hecho ningún comentario sobre la reunión de esta mañana en el Parlamento Europeo con la líder de Sumar y vicepresidenta del gobierno español en funciones, Yolanda Díaz.
Dolors Sabater ha reprochado que los partidos no hayan apostado por una institución que quedaba al margen del poder del Estado, pero también ha cargado contra «la dificultad y confusión» que ha generado que Puigdemont presidiera el Consejo y un partido. «Esto se tiene que decir», ha exclamado. «No hemos dejado que fuera el que tenía que ser el Consejo, un instrumento potentísimo que deposita el Primero y el Tres de Octubre», ha reclamado.
Entre el público se encontraba, miembros del Gobierno del Consejo como el democristiano y diputado de Demócratas, Toni Castellà, el diputado de Juntos y catedrático de Derecho Procesal, Jaume Alonso-Cuevillas, el historiador y exdirector de la Catdem, Agustí Colomines, el presidente del Consulado de Mar, Jordi Domingo.
