El exconseller de Interior Miquel Buch, que recientemente rompió el carné de Junts per Catalunya, ha ajustado cuentas con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, con quien compartió gobierno. Lo ha hecho este lunes en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, donde ha revelado algunas de las discusiones que mantuvieron con los Mossos d’Esquadra como protagonistas.

Buch ha detallado que tuvo una “discusión fuerte” con Torra en la Casa dels Canonges por un “problema de modelo”, y ha afirmado que el entonces presidente de la Generalitat le planteó la posibilidad de renunciar a las competencias de Mossos porque “daba problemas”. En este sentido, el exconseller ha señalado que eso suponía “regalar” al Estado español competencias que “hemos luchado durante mucho tiempo”.

Asimismo, ha afirmado que esta propuesta muestra también la voluntad de “quitarse de encima los problemas”, lo cual es incompatible con ser independientes. “¿Cómo gestionarás un país si de entrada te quieres quitar un problema de encima?”, se ha preguntado, y ha dejado claro que «ser presidente para dar copas en los torneos de fútbol está bien, pero también tienes que gestionar las colas en la salud, o los problemas sociales o policiales de un país».

Buch dice que presentó tres veces la dimisión a Torra

Buch ha manifestado que Torra no fue un buen presidente y asumió el cargo sin saber qué significaba ser presidente de la Generalitat. “A veces pones personas en un lugar que no debes poner”, ha subrayado. Asimismo, el exconseller ha afirmado que le presentó la dimisión hasta tres veces, pero el entonces presidente no se la aceptó. De hecho, fue el mismo Quim Torra quien, finalmente, lo acabó cesando en la remodelación de gobierno que hizo en septiembre de 2020 pocas semanas antes de que el Tribunal Supremo lo inhabilitara.

En aquel momento, Buch ya cargó contra Torra en una entrevista en los micrófonos de la radio pública que le hizo Mònica Terribas. El exconseller admitió que ambos chocaron cuando Torra cargó contra la labor de los Mossos d’Esquadra durante las protestas posteriores a la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes del Procés. «Todos quieren el plato limpio sobre la mesa, pero alguien tiene que limpiarlo, aunque eso suponga recibir muchas críticas, incluso procedentes de tu propio grupo», remarcó.

Comparte

Icona de pantalla completa