Junts per Catalunya y Esquerra Republicana han logrado esta semana un acuerdo con el PSOE para votar a favor la socialista Francina Armengol, expresidenta del Gobierno Balear, como nueva presidenta del Congreso y permitieron que fuera escogida en primera vuelta por mayoría absoluta, con los 178 votos de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNB y BNG. Aun así, las dos formaciones se apresuraron a circunscribir estos dos acuerdos paralelos con los socialistas en la constitución de la Mesa de la cámara baja y los desataron completamente de la investidura, con la autodeterminación y la amnistía sobre la mesa, a pesar de que algunos expertos consultados por El Món consideran que podrían aceptar un acuerdo de investidura que incluya la medida de gracia, pero que deje fuera el referéndum.
Los analistas consultados creen que la negociación del independentismo con el PSOE será dura porque tanto Esquerra como Junts exigirán que las medidas se cumplen por adelantado para evitar «ser engañados», y el politólogo de la UPF Toni Rodon y el exvicepresidente primero del Parlamento, Josep Costa, creen que puede haber investidura sin referéndum. «Si ha habido investiduras antes sin referéndum, también puede haber ahora», apunta Costa, pero deja claro que «todos los votantes del 1-O piensan que no hay posibilidades de llegar a un acuerdo con el PSOE por la amnistía y la autodeterminación».

Socialistas incapaces de aceptar un referéndum «a pesar de que no está claro que saliera el ‘sí'»
Rodon, por su parte, duda «mucho» que ERC y Junts rechacen un acuerdo que incluya la amnistía y deje fuera el referéndum, y reflexiona que Junts siempre puede vender el acuerdo diciendo que «ha conseguido más que ERC en cuatro años». Además, remarca que la medida de gracia «tendrá un impacto muy fuerte con la gente represaliada». «La amnistía es el único caramelito que puede usar el PSOE y dudo que ERC y Junts no lo acepten», remata. También voz difícil que el PSOE ofrezca el referéndum porque «va en contra de las esencias patrias», a pesar de que considera que «sería la mejor opción para ellos porque no está claro que ahora saliera el sí» y en caso de que saliera el no «matas simbólicamente la cuestión durante muchos años». Por otro lado, el mismo politólogo indica que las dos formaciones soberanistas «han entendido que se tiene que ir despacio y, en vez de ofrecer estabilidad de entrada, negociarlo todo y, sobre todo, con un certificado de cumplimiento».
Discrepancias en los vaticinios sobre la posición de Junts
Por el contrario, el catedrático de Ciencia Política de la UB Jordi Matas cree que Junts no aceptará un acuerdo sin el referéndum y cree que el PSOE «se puede avenir a los dos reclamos de los independentistas». Además, cree que «la amnistía es voluntad política y clama al cielo» y, por lo tanto, se tendría que cobrar por avanzado. «La amnistía sería para empezar a hablar», remata. Y subraya que las dos formaciones independentistas están «debilitadas y cuestionadas» y tienen que negociar cosas «para arrancar la legislatura y algunas, incluso, antes de la sesión de investidura».
En este sentido, apunta que ambos partidos tienen muy claras sus exigencias y es el PSOE quien quiere gobernar el Estado español y le corresponde a él moverse y negociar una investidura «en un contexto de represión». Por lo tanto, este analista no descarta que con este incentivo pueda llegar «hasta el límite de encontrar alguna fórmula para decidir el futuro político de Cataluña». «En un contexto de represión hay negociaciones mucho más duras, mucho más severas y mucho más radicales y tenemos que ver qué está dispuesto a hacer el PSOE para reconducir el conflicto y la represión» y pronostica que «habrá cosas sorprendentes y pueden haber soluciones insólitas».
El movimiento de Junts
Los politólogos consultados coinciden en el hecho que Junts ha virado un poco su estrategia y ha pasado de la confrontación a la negociación, un papel que hasta ahora solo tenían los republicanos, pero Costa considera que es «una estrategia equivocada», y duda que esto aporte «ganancias para la independencia». Además, alertan que también existe el riesgo que los acuerdos para la Mesa del Congreso queden en papel mojado si las negociaciones para la investidura no acaban llegando a buen puerto. Y en estas negociaciones Junts tendrá que estar alerta, avisa el catedrático de Ciencia Política de la UB Jordi Matas, para arrancar acuerdos al PSOE que sus electores puedan ver con «buenos ojos».

Los riesgos de entrar en la misma vía que ERC
Costa recuerda que se ha pasado los últimos años «criticando que ERC estaba abandonando la vía de la 1-O y estaba entrando en una deriva de pactos con el Estado, que era contraproducente y nefasta», y ha lamentado que «ahora se da continuidad a esta vía de pactos con el Estado y con la incorporación de Junts». «Junts el que hace es añadirse a la vía de negociar y pactar cosas con el PSOE, que hasta ahora era la vía de ERC», sentencia.
Por otro lado, Matas interpreta que la formación de Laura Borràs y Jordi Turull quiere conseguir «frutos muy relevantes» como la amnistía y referéndum y lejos de negociar una «financiación autonómica, Cercanías o tener el Senado en Barcelona».
El politólogo de la UPF Toni Rodon también admite que «Junts ha virado un poco su estrategia de decir que todo es confrontación y que, por lo tanto, solo con la confrontación se puede avanzar y ha llegado a un pacto», pero ha destacado que los juntaires han querido demostrar que «sus pactos hacen sudar más la tinta al PSOE». Una opinión que Costa comparte porque Junts aporta una capacidad de negociación «diferente» de la de ERC y, por lo tanto, «todos satisfechos». «Unos demuestran que saben negociar mejor que los de Esquerra y los de Esquerra encantados porque se legitima su vía del 1-O y volver al diálogo con el Estado que se ha demostrado inútil», ha enfatizado.
Aun así, el catedrático de Ciencia Política de la UB señala que «si tú negocias y consigues frutos que tus electores los vean con muchos buenos ojos esto, evidentemente, te beneficia extraordinariamente», pero avisa que «si a Junts los venden humo y lo compran, entonces hará el mismo que Esquerra», que ha obtenido botín «ridículo» esta pasada legislatura.

Los acuerdos por la Mesa caerán si no hay investidura
Los tres analistas alertan que los acuerdos logrados ayer por la Mesa del Congreso caerán si no hay investidura, porque se acabará la legislatura y el catalán en el Congreso y las dos comisiones de investigación «son para esta legislatura». «Todo el que se ha pactado, por mucho que se desvincule la investidura, si no hay legislatura no tiene ningún recorrido», señala Costa, que también incluye la oficialidad del catalán en la Unión Europea porque, según apunta, esta medida requiere el impulso del gobierno español «mucho más allá del 19 de septiembre».
Costa detalla que el procedimiento legislativo es largo y tiene «etapas de consulta, lecturas diversas, y no se aprueba cuando se pone el orden del día» y que también «se tienen que escuchar las otras instancias y se tienen que hacer informes, y después se tiene que negociar el contenido».
Dudas sobre la viabilidad de la oficialidad del catalán a Europa: Francia y Polonia
Rodon también muestra sus dudas sobre este acuerdo porque «lo tienen que aprobar por unanimidad todos los países desde Francia en Polonia». «Veremos si lo hacen porque el Estado español también puede llegar a un acuerdo con estos otros porque lo tumben y así no ensuciarse las manos», ha avisado.
Por otro lado, el experto de la UPF ha puesto de relieve que estos acuerdos caerán cuando ni siquiera «se han implantado» y, por lo tanto, «a las malas te quedas en la misma situación». «Ahora como mínimo hay una promesa al viento y veremos si se hace, que es mucho más que cualquier otra cosa que se ha conseguido», subraya. Matas ofrece una opinión similar porque «no podemos hacer la lectura que es como se ha pactado la Mesa ya está todo pactado». «Si cae, mala suerte», concluye.

Negociar con el PSOE es abandonar el 1-O
Josep Costa defiende que negociar con el Estado es «deshacer el camino del 1-O» porque, según ha señalado, «se basaba en dos premisas fundamentales: que España es irreformable y que la vía negociada no lleva en ninguna parte». «Si hubiéramos estado de acuerdo con el hecho que España es reformable y que la vía del diálogo podía dar fruto y llevarnos un referéndum efectivo que nos llevara a la independencia, entonces no habríamos hecho el 1-O», ha sentenciado.
Repetición electoral
Ninguno de los tres analistas descarta la posibilidad que no se llegue a un acuerdo de investidura y haya repetición electoral. Jordi Matas se muestra contundente y asegura que «si el PSOE no accede a la amnistía y al referéndum, vamos a nuevas elecciones». «El PSOE tiene que saber jugar las cartas e insisto que el principal responsable de la negociación es quien quiere gobernar, y tiene que hacer manos y mangas para conseguir el apoyo de todas las fuerzas políticas que necesita y si fracasa es porque no se ha avenido a las peticiones de los partidos», razona.
Pero va algo más allá y Josep Costa lamenta que la «carambola aritmética que ha habido» y que ha dado a Junts la clave, se ha olvidado «la castaña» del independentismo a las urnas el pasado 23-J, cuando perdió 700.000 votos. «Nadie ha dimitido, Rufián vuelve a sacar pecho, cree que es un crac negociando». Para el exvicepresidente del Parlamento, Esquerra podría perder todavía más votos en una segunda convocatoria a las urnas porque «si no haces ningún propósito de enmienda y te muestras como un comparsa del PSOE, la gente pensará que votarte a tú no sirve para nada, que mejor votar el PSOE o Junts». En cambio, Toni Rodon duda que el independentismo pueda caer más, a pesar de que, según él, dependerá «un poco de si son señalados como los culpables o no de la repetición electoral y del que pase durante este periodo».

