La alcaldía de Girona, en manos del cupaire Lluc Salellas con el apoyo de ERC y Junts, se encuentra contra las cuerdas debido a una sentencia judicial que ordena al consistorio colocar un retrato de Felipe VI en la sala de plenos. El 30 de abril, el juzgado contencioso número 2 de Girona dio la razón al concejal de Vox, Francisco Javier Domínguez, quien había presentado un recurso para forzar al gobierno independentista –uno de los pocos que quedan en grandes poblaciones de Cataluña– a colgar la foto del monarca español. El concejal de la formación de extrema derecha alegaba que pedía al alcalde gerundense poner la foto de Felipe de Borbón desde que Salellas tomó posesión, el 17 de junio de 2023, pero que ante la «inacción» del gobierno independentista había optado por recurrir a la vía judicial. Y el juzgado le ha dado la razón.

Según el texto judicial, el equipo de gobierno debería elegir entre una efigie o una fotografía del monarca que debería situar «en un lugar preferente» dentro de la sala de plenos. El juzgado contencioso también fija un plazo de dos meses para aplicar la sentencia. Es decir, que el Ayuntamiento tiene hasta finales del mes de junio para decidir dónde colocar el retrato del rey de los españoles. Fuentes municipales consultadas por El Món, sin embargo, aseguran que desde el gobierno municipal ya están estudiando «todas las vías legales posibles para evitar la sentencia», y el paso más previsible es que se presente un recurso contra la resolución, que no es firme.

Mientras tanto, ante el acoso judicial y de la extrema derecha, la ciudadanía también se ha organizado para responder a la sentencia. Este lunes, coincidiendo con la celebración del pleno municipal ordinario del mes de mayo, varios miembros de la Taula per la Independència y la coordinadora antimonárquica de Girona quemaron un muñeco de cartón del rey de los españoles para reclamar al Ayuntamiento que no cumpla con los dictámenes judiciales: «La monarquía es una institución que no es democrática, es fascista», exclama el portavoz de la entidad, Quim Tell, en conversación con este diario.

Imagen de una pancarta y una estelada en la protesta antimonárquica de Girona contra la sentencia que obliga a colgar un retrato de Felipe VI en la sala de plenos / Cedida por la Coordinadora Antimonárquica de Girona

El gobierno municipal de Girona busca esquivar la sentencia judicial

Una de las opciones por las cuales puede optar el gobierno de Lluc Salellas es presentar un recurso de apelación al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). De momento, sin embargo, desde el Ayuntamiento no han confirmado qué vía judicial optarán para esquivar la resolución. En caso de que no se acabara aceptando ningún recurso judicial del ejecutivo independentista gerundense, el Ayuntamiento también podría optar por desobedecer la sentencia del contencioso, lo cual a la larga podría acabar comportando la inhabilitación del alcalde si se le acusa de desobediencia. De momento, sin embargo, el retrato del rey español continúa sin presidir la sala de plenos del consistorio.

Aparte, la sentencia también establece que el gobierno municipal debe colocar una bandera dentro del edificio, aunque matiza que no necesariamente debe ser en la sala de plenos. Hasta ahora, el Ayuntamiento ha evitado colgar esta bandera en el interior del recinto del consistorio alegando que ya hay dos banderas españolas ondeando en el exterior del edificio. La justicia, sin embargo, a petición de la extrema derecha, considera que no es suficiente. Es decir, desde el gobierno independentista tienen casi dos meses para encontrar la manera de evitar tener que colocar un retrato del Borbón en la sala de plenos y una bandera de España en el interior de la sede municipal.

Parte de los concentrados quemando el muñeco de cartón de Felipe VI cabeza abajo en la plaza del Vi de Girona / Xavier Pi (ACN)

El movimiento antimonárquico se une en apoyo de Salellas

Para demostrar apoyo al alcalde de la ciudad contra la sentencia, este lunes una cincuentena de personas se concentraron a las puertas de la sede municipal, donde quemaron un muñeco cabeza abajo del monarca español: «Queremos decir bien alto que Girona no tiene ni rey, ni princesa; somos una ciudad que cree en los valores republicanos de la convivencia, la libertad y la igualdad de derechos», enfatiza el manifiesto conjunto redactado entre la Taula per la Independència y la Coordinadora Antimonárquica gerundense, leído por el portavoz de la plataforma contra los borbones. Ambas entidades, aunque ya estaban bastante interrelacionadas, se han unido estos últimos días para crear un frente común contra la sentencia del juzgado contencioso. Reclaman a Guanyem -la coalición con la que se presentó Salellas a las elecciones-, Junts y ERC que desobedezcan la resolución judicial y dejen «las paredes limpias de cualquier imagen vinculada con las instituciones represoras españolas».

La protesta de este lunes, coincidiendo con la celebración del pleno ordinario del mes de mayo, ha sido la primera protesta conjunta contra la sentencia judicial, pero no será la única: «Estamos preparando una nueva movilización que realizaremos de aquí a un mes o mes y medio, aproximadamente [coincidiendo con el final del plazo que tiene el Ayuntamiento para aplicar la resolución y colgar un retrato del rey español en la sala de plenos]», detalla Quim Tell, que rechaza firmemente el dictamen del juzgado contencioso. Así pues, la ciudadanía gerundense continúa movilizándose contra la monarquía española, tal como ya han hecho muchas veces contra los premios de la Fundación Princesa de Girona (FPdGI), para evitar que esta institución «antidemocrática» tenga algún papel -por mucho que sea simbólico- en la política municipal. Y, paralelamente, el gobierno cupaire de Girona también busca la manera de mantener a Felipe VI alejado de las instituciones. «Cataluña no es un territorio pacificado. Cataluña, y Girona, todavía somos un territorio ocupado por el ejército español, colonizado por sus instituciones y en un proceso premeditado de extinción de los más de mil años de nuestra historia. Frente a esta ocupación, ¡resistencia! Frente al fascismo judicial, ¡desobediencia!», exclaman desde la coordinadora antimonárquica.

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