Los dimisionarios del secretariado del ANC han dado explicaciones este mediodía sobre los motivos que les han llevado a marcharse y cuáles son sus objetivos. Y no se han ahorrado ni críticas ni reproches al actual núcleo presidencial. Agrupados alrededor del colectivo Indesinenter –donde también hay otros asociados– sus portavoces han justificado en una rueda de prensa su baja del «parlamento» de la Asamblea por la ausencia de «democracia» del actual equipo de presidencia organizado en el Comité Permanente. Ahora bien, aseguran que la crisis es una «oportunidad» para hacer una «Asamblea más fuerte» y que tenga «capacidad en el momento del nuevo embate de paralizar el país no un día, sino durante semanas».
Los dimisionarios han enfatizado que dejan el secretariado, pero dejan «patente» que continúan en «el activismo». En este sentido, proponen una «escala» electoral para fortalecer la representación institucional del independentismo. Así, proponen que se haga una prueba de la lista cívica en las elecciones al Senado como pasó en las elecciones de 1977 con Lluís Maria Xirinacs. «Hace falta un debate intenso entre las bases sobre cómo tiene que ser esta lista cívica», ha comentado uno de los portavoces, Joan Carles Manzanero. Ahora bien, según otro portavoz Josep Pinyol, una cuarta lista electoral es una propuesta a evitar porque querrían que las formaciones independentistas apostaran por esta lista.
Fortalecer la ANC
Los críticos, sobre todo, más allá del debate de la lista cívica reprochan la ausencia de estrategia de la actual dirección. Uno de los portavoces, Josep Pinyol, asegura que su movimiento quiere hacer una «ANC más fuerte» y aprovechar la «crisis del secretariado para que sea una oportunidad para toda la Asamblea». La intención del colectivo es trabajar por un nuevo «embate» con la reivindicación del 1-O y el 3-O pero «no de manera retórica sino operativa». «Hace falta una perspectiva amplia de hoja de ruta, y no solo un punto de vista estrecho, hace falta una ANC más activa en la calle y creemos que las acciones puntuales no crean discurso ni un estado de tensión creciente». «El ANC tiene que tener capacidad de paralizar el país y no solo un día, sino durante semanas». «Hay que crear la capacidad para un nuevo embate», han añadido, y «coordinar campañas de confrontación».

En este marco, plantean que la ANC tenga una visión más estratégica y sin concebir una lista cívica concebida como un cuarto espacio electoral. Así, Indesinenter pide hacer una «escala» de carácter electoral, primero con las elecciones municipales, después europeas, españolas y en último término, Al Parlamento. «La idea es hacer una lista cívica como la de Solidaridad Catalana de 1907», ha detallado Pinyol. Una idea que proponen es convertir las elecciones al Senado en «un tipo de primera vuelta de la lista cívica, con un programa común que no podría ser otro que la independencia». El ejemplo serían los comicios del año 1977 con Lluís Maria Xirinacs, que lideró una lista con el apoyo de la Asamblea de Cataluña.
«Se aprueban actas con votos de secretarios que no están»
Manzanero ha expuesto de pe a pa todo un memorial de agravios «de irregularidades» del comité permanente y al secretariado nacional así como de «falta de diálogo». El colectivo crítico ha fechado el crecimiento de la crisis el pasado octubre por varias «vulneraciones del reglamento del ANC» como por ejemplo rechazar propopuestas de resolución, enmiendas o resoluciones jurídicas externas, o atribuciones del comité permanente de tareas que no le corresponden por encima del secretariado. También han incidido en la «ausencia de respeto» hacia los miembros del secretariado nacional y han resaltado el hecho que «se han aprobado actas de plenos con votos de secretarios que no habían asistido». En este caso, ha puntualizado que una vez aprobaron una acta con doce votos de secretarios que no habían asistido.
Ante estas críticas, los disidentes han lamentado que el Secretariado del pasado sábado solo dimitiera del comité permanente el vicepresidente Jordi Pesarrodona, que hoy ha hecho acto de presencia, se mantiene dentro del secretariado y ha anunciado que si hay elecciones se presentará. En este contexto, los críticos han manifestado que son 25 miembros del secretariado, si bien los dimisionarios solo son 13, más dos de anteriores, porque han acordado que el resto continúen trabajando desde dentro. «No tendría que ser motivo de alegría nuestra marcha», han concluido. De todas maneras, los disidentes preparan debates territoriales para recoger 2.000 firmas y convocar nuevas elecciones al Secretariado.