Los polos del sector crítico a la dirección oficialista de la Asamblea Nacional Catalana se ha saldado con 13 bajas de los 72 miembros del Secretariado Nacional. Eso sí, con la decisión de Jordi Pesarrodona de dejar la vicepresidencia de la entidad, pero eso sí, permanecerá a su escaño del Secretariado del ANC. El cónclave de este sábado, pero ha mostrado las debilidades del sector crítico que ha perdido las votaciones y solo se puede apuntar la pírrica victoria que Uriel Bertran no opte a la vicepresidencia de la entidad.
El secretariado celebrado en Barcelona era clave por la continuidad de la plataforma y aclarar de qué manera se ejecutaría la hoja de ruta aprobada en la última asamblea general del pasado mes de mayo. Sobre todo, alrededor de un punto que ha supuesto lo desenterrament del hacha de guerra, la articulación de una lista cívica ante una eventual contienda electoral en el Parlamento de Cataluña. Un punto que ha levantado una verdadera pulsión entre sectores con acusaciones de autoritarismo y de seguimiento de directrices de partido. Desde el minuto cero, el cónclave ha sido marcado por las posiciones irreconciliables dentro de la ANC. Los críticos no se dan por vencidos y hay quién plantea recoger las 2.000 firmas necesarias para convocar una nueva asamblea general extraordinaria y celebrar nuevas elecciones.
Ni cuestión de confianza…
Tanto buen punto ha empezado el cónclave, la presidenta de la entidad Dolors Feliu ha lamentado que la batalla interna haya traspasado a los medios. Después ha estado Pesarrodona el que ha propuesto someterse a una cuestión de confianza y ha invitado al resto del Comité Permanente -el gobierno del ANC- a hacer el mismo. Una opción que no solo han rechazado el resto de compañeros del comité permanente sino que le han recordado que según los estatutos no existe esta figura jurídica. «Si voláis podéis dimitir o bien presentar una moción de censura», se ha propuesto a los críticos desde el comité permanente. Pero no se han hecho atrás porque no tenían bastante cuórum para presentarla, que sería un 20% del secretariado.
A partir de aquí , los críticos han presentado una resolución sobre la democracia interna, un documento con la firma de 25 secretarios nacionales. En el debate, pero han introducido enmiendas como una que reclamaba el cese del secretario Jordi Domingo. Los críticos también han perdido la votación. Ahora la resolución en favor de la democracia interna se ha aprobado, por una gran mayoría de 40 votos a favor, 8 en contra y 8 en blanco, «en la línea de mejorar las relaciones y el funcionamiento interno del Secretariado Nacional». El degotall de votaciones de las enmiendas al mismo documento ha estado favorable al oficialisme. Después de la parada de la comida se ha llegado en su punto más caliente con el anuncio de las dimisiones. En concreto, Joan Carles Manzanero, Josep Pinyol, Lluís Sobrevía, Isabel Ramon, Teresa Sabé, Mauricio Sabater, Josep Pedrol, Manel Gener, Albert Coll, Antoni Serrano, Joan Torres , Eloi Gispert y Joan Olivé han presentado su dimisión. Una decisión que se ha ido divisando durante toda la jornada.
Uriel Bertran se queda donde estaba, y ahora hacia el 1-O y el 11-S
Uno de los puntos más espinosos de la jornada ha sido la decisión de Uriel Bertran de no acceder a la vicepresidencia. Ayer como un gesto de paz, Bertran que tenía pactado un año de vicepresidencia con Pesarrodona, decidió no optar en señal de paz. El gesto de hoy del vicepresidente hace que Bertran también renuncie y continúe en sus tareas de estrategia. Ahora bien, la dimisión de los 13 secretarios nacionales se ha cogido con filosofía por parte de la oficialisme que a pesar de «lamentarlo» ha decidido responder creando un grupo de trabajo para hacer una de las tareas que la ANC ha demostrado saber más, la movilización.
En este marco, y a través de un comunicado posterior se ha comprometido a relevar los secretarios siguiendo los procedimientos democráticos establecidos. «La Asamblea reivindica su compromiso para hacer la independencia, y recuerda su libertad de acción respecto de grupos económicos y políticos», asegura el comunicado. El Secretariado también ha decidido poner en marcha la maquinaria de cara a la Fiesta y el 1-O para volver a dar protagonismo a la movilización. Eso sí, por unanimidad, el secretariado ha decidido poner en marcha los grupos de trabajo para organizar las manifestaciones y elegir el mensaje político.
