La crisis provocada por la ola de incendios que sufre el Estado español hace tambalear a Pedro Sánchez. En busca de una salida, el presidente del gobierno español ha propuesto un «gran pacto» para afrontar la «mitigación y adaptación» a la emergencia climática, en medio de una de las peores olas de calor de los últimos años. En un viaje a Ourense, que ha servido para encontrarse con el presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alfonso Rueda, Sánchez ha asegurado que la amenaza del calor extremo y el fuego «interpelan al conjunto del país». En este sentido, reclama una «reflexión de fondo» para aumentar los recursos de las administraciones para paliar los efectos de la crisis medioambiental.
En medio de la expansión de incendios por el noroeste de la península, y aún con el recuerdo de la DANA de Valencia, Sánchez busca acordar «respuestas claras a los problemas que nos afectan diariamente, independientemente de la estación que sea». De esta manera, propone pactar una estrategia que «anticipe una mejor respuesta, más garantista y segura» a las emergencias de carácter natural que surjan; y que se acelerarán en los próximos años, bajo el yugo de la crisis climática. El proyecto se concretaría con un acuerdo político que «ofrezca a los servidores públicos todas las capacidades» para responder a este tipo de eventos.

«Rendir cuentas ante la justicia»
Sobre los incendios, Sánchez ha reclamado que los causantes respondan ante la justicia. «No puede haber impunidad», ha sentenciado el jefe del ejecutivo. De cara a las víctimas, ha comprometido que el gobierno español y el conjunto de la administración «harán todo y más» para ayudar a un retorno a la normalidad. «Esto significa actuar en lo urgente, en la extinción del incendio y poniendo a disposición de la Xunta todos los recursos»; aunque también enfrentar conjuntamente las «tareas de reconstrucción».




