Joan Carles de Borbón está en boca de todos por la publicación de sus memorias, que han llegado al estado español semanas después de que se publicara la versión francesa. En este libro autobiográfico habla de la mala relación familiar entre los Borbones, de su papel en la Transición y de los errores que ha cometido. Pero también dice muchas cosas sobre Cataluña. Con un tono claramente hostil hacia los catalanes y, especialmente, hacia los partidos independentistas, contra los cuales carga en varias ocasiones.

Por ejemplo, suelta una frase muy clarificadora en el momento en que explica cómo fue la conversación con su hijo, Felipe, en la cual este le comunicó que debía irse a vivir a Abu Dhabi. Joan Carles no estaba de acuerdo, pero le avisaron que no había nada que hacer y que el comunicado de prensa se publicaría inmediatamente como respuesta a la revelación de la donación que aceptó del rey de Arabia Saudita: “Estaban convencidos de que, así, se protegían ante el escándalo que yo había provocado”, reflexiona.

“Felipe actuaba como un jefe de Estado implacable para preservar el aura de la corona. El gobierno, una alianza de partidos de izquierda y de extrema izquierda republicana asociada con los independentistas, que no ha dejado de saltarse constantemente las prerrogativas del rey, debía estar más que satisfecho ante esta situación”, prosigue en el primero de muchos dardos hacia el gobierno español del momento, formado por el PSOE y Unidas Podemos tras una investidura en la que había necesitado la abstención de ERC.

El rei Joan Carles es defensa en una entrevista a la televisió francesa - France TV
El rey Joan Carles se defiende en una entrevista en la televisión francesa | France TV

Joan Carles de Borbón, más preocupado por los nacionalistas catalanes que por ETA

En un punto del libro en el que Joan Carles intenta exaltarse a sí mismo por su papel “fundamental” en la Transición posterior a la muerte de Franco, suelta una reflexión anticatalana cuando habla de las amenazas de ETA: “Mi entorno temía las tendencias nacionalistas del País Vasco, estruendosas, radicales e, incluso, asesinas con su brazo armado. Tanto a los políticos como a los militares les preocupaba la situación vasca, pero yo siempre les advertía sobre el independentismo catalán”. Las reivindicaciones nacionalistas vascas eran «provocadoras y violentas», dice, pero él advertía a «todos» los presidentes del gobierno español que los independentistas catalanes eran «menos ruidosos, pero más obstinados».

Lamenta que sus advertencias “no hicieron efecto”, ya que cree que “nadie” temía de verdad un enfrentamiento entre unionistas y separatistas en Cataluña: “Desafortunadamente, el futuro me daría la razón. ¡Habría preferido equivocarme en este tema! Vimos lo peor en octubre de 2017, cuando se celebró un referéndum sobre la independencia fuera de cualquier marco legal, seguido de una proclamación de independencia”.

Joan Carles se refiere al proceso soberanista como un “golpe de estado”: “Los catalanes cometieron una especie de golpe de estado al actuar en contra de la Constitución. Los independentistas catalanes han olvidado que votaron masivamente a favor de la Constitución que ahora repudian”, suelta.

Aquesta és la portada de les memòries de Joan Carles - Planeta
Esta es la portada de las memorias de Joan Carles | Planeta

Joan Carles de Borbón aplaude el discurso de Felipe del 3 de octubre de 2017

No supone ninguna sorpresa que Joan Carles de Borbón aplauda, en este texto, el discurso televisado que hizo Felipe el 3 de octubre de 2017. El emérito considera que afrontó aquella crisis del referéndum «ilegal» de autodeterminación “con firmeza” en un discurso “importante” y “digno de un gran rey”. En el capítulo en el que habla sobre el tema, el emérito suelta que se sintió “traicionado en el plano personal” con la celebración del referéndum aunque él ya había abdicado en aquel momento. Aquel día, considera que el territorio catalán se convertía en “una zona de intolerancia”: “No ser nacionalista radical equivalía a ser fascista”, lanza.

De hecho, asegura que nunca se habría esperado que se llegara a esta situación: “¿Cómo habíamos llegado a esta situación de antagonismo, cuando habíamos hecho todo lo posible por vivir en armonía? No podemos ceder a la discriminación basada en la identidad y el odio. No podemos someternos al chantaje político cuando va en contra de nuestra Constitución”.

«Si España es plural, Cataluña también lo es. Y es desde el respeto a esta riqueza que debemos avanzar», añade. En este párrafo, llega a reconocer que «nunca» se habría imaginado que podría llegarse a vivir algo así en Cataluña e insiste en que no se puede dejar de dialogar: «La concordia nacional nos obliga a hacerlo». Aún ahora sigue con atención todo lo que allí ocurre: «La situación política catalana me preocupa mucho últimamente. La sigo desde la distancia, leyendo la prensa, frustrado y alarmado a la vez. Esta tierra, que conozco bien y donde tengo muy buenos amigos, me hizo muy feliz en su día y me llenó de orgullo».

Joan Carles de Borbó es mostra hostil amb Catalunya a les seves memòries - Europa Press
Joan Carles de Borbón se muestra hostil con Cataluña en sus memorias | Europa Press

Recuerda, por ejemplo, los Juegos Olímpicos de 1992. Llega a decir, sin vergüenza, que se celebraron porque él insistió: «En 1979, Samaranch le había explicado su proyecto al alcalde de Barcelona del momento, Narcís Serra, que se mostró cauteloso de la misma manera que lo hizo el gobierno español e, incluso, el comité olímpico español. Tuve que implicarme personalmente para demostrarles que se trataba de una ambición que debíamos impulsar entre todos. Mi energía contagiosa logró unir la izquierda y la derecha. En 1985, Barcelona presentó oficialmente su candidatura. Al año siguiente, fuimos elegidos y eso supuso todo un resurgimiento para Barcelona, que se convertiría en un núcleo turístico de primer orden».

Y otro golpe: «No sé si el ambiente político actual sería propicio para este tipo de evento mundial, pero espero que el equivalente a 1992 se repita algún día en Cataluña o en cualquier otro lugar de España«.

Jordi Pujol recibe con dureza en las memorias del emérito

No contento con todo esto, el rey español emérito también opta por cargar contra el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol. Le aplaude haber conseguido ostentar el cargo durante 23 años, pero no le perdona que declarara que la reconstrucción nacional de Cataluña sería el eje central de su política. De hecho, le reprocha que alimentara una cultura catalana “basada en la exaltación de su historia” y que llevara a cabo “una catalanización de la vida administrativa y cotidiana”.

Algo que le indignó fue que decenas de miles de funcionarios pasaran de la administración pública española a la catalana o que se llegara a la situación «absurda» de que, en las estadísticas oficiales catalanas, el comercio con el resto de España estuviera incluido en las relaciones comerciales con el exterior.

Joan Carles deja una frase muy impactante cuando dice que él supo, desde el principio, que “había que marcar unos límites firmes a Pujol porque siempre intentaba sobrepasarlos” en los viajes que hacía “regularmente” a Madrid para negociar “más derechos y prerrogativas”. Toda una serie de dardos que demuestran que el emérito no se ha cortado ni un pelo a la hora de manifestar abiertamente su opinión.

El Rey Juan Carlos I saluda, acompañado de la Guardia Real, durante el desfile oficial, en el acto de la Proclamación de los Reyes | Europa Press

Comparte

Icona de pantalla completa