El presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, ha abierto este miércoles a mediodía el debate de investidura en el Congreso de los Diputados para su reelección y ha tardado más de una hora al hacer referencia a la ley de amnistía que ha pactado con Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, por separado, para asegurarse ser investido de nuevo presidente español. Sánchez ha defendido que «hemos apostado por la vía del diálogo y el entendimiento» y ha subrayado que «la Constitución se cumple en todos los territorios», Cataluña incluida, donde «hay paz social» y el diálogo ha vuelto a «las instituciones y en la calle». «¿Qué prefieren los ciudadanos: la Cataluña del 2017 o la del 2023?», ha preguntado, y ha dicho que «por eso, en nombre de España y del interés de España, y de la concordia, concederemos la amnistía a las personas encausadas por el Proceso».
Sánchez ha defendido ante la cámara que «es una medida que cuenta con el apoyo de una parte importante de la sociedad catalana». A los que se oponen a esta medida de gracia, el líder del PSOE ha dicho que «respeta sus opiniones y emociones, pero las circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad virtud» por dos motivos que ha englobado en el interés general: «consolidar los adelantos de los últimos años y avanzar por el camino de la convivencia y el progreso». «Esta medida de gracia nos puede ayudar a superar la fractura del 1 de octubre», ha subrayado.
«La amnistía se aprobará con luz y taquígrafos y con total transparencia, con todas las garantías jurídicas, el voto mayoritario de la cámara electa, no será un ataque en la Constitución, sino una muestra de su fortaleza y vigencia», ha defendido Pedro Sánchez, y ha resaltado que «beneficiará muchas personas, líderes políticos las ideas de los cuales no comparto y acciones rechazo, pero también centenares de ciudadanos arrastrados por el procesamiento, incluidos policías nacionales y mossos de Esquadra».

Ataque a la derecha para «incendiar» Cataluña
El discurso de Sánchez sobre la amnistía ha sido interrumpido por los reproches y gritos de la bancada de la derecha, a quien se los ha recordado que «nada del que vivimos es inédito en democracia» porque todo se hizo antes por gobiernos del PP cuando concedieron 1.400 indultos en un solo día», y que incluía miembros de Terra Lliure imputados por terrorismo. «A la discordia no puede haber prosperidad, por eso nuestros abuelos hicieron la convivencia uno de los principios rectores, por eso tenemos que impulsar la convivencia y el perdón, para apostar por un futuro de reconciliación y concordia». En este sentido, ha criticado el PP para «incendiar las calles de Cataluña» y provocar «la mayor crisis territorial e institucional de la democracia». También se los ha recordado cuando preconizó «el boicot a los productos catalanes, atizaron el odio, los pido responsabilidad, sentido de Estado, cordura y coherencia».
Sánchez no ha hecho referencia a la amnistía hasta la mitad de su discurso, cuando ya llevaba una hora de intervención, que en su inicio lo ha centrado a atacar el PP y atribuirle el crecimiento de la extrema derecha en el Estado español. De hecho, también ha usado la medida de gracia para advertir que «a las derechas reaccionarias la amnistía los importa poco, de hecho los poderes económicos que las auspicien ven bien la estabilidad que lleve la amnistía».
El líder del PSOE ha acusado la «derecha tradicional» de bendecir la extrema derecha como «compañeros de viaje», y ha avisado sobre las «propuestas reaccionarias» de formaciones de la extrema derecha que «cuestiona la democracia y los derechos humanos», «que desprecian la cultura, atacan el diferente». «Mientras sea presidente, toda la fuerza del Estado se dedicará a defender los valores democráticos, la libertad y los derechos de los españoles», ha defendido.
Casi dos horas de discurso
El discurso de Pedro Sánchez ha durado casi una hora y tres cuartos, y en qué ha defendido la amnistía, ha contrapuesto su modelo con el bloque de derecha y extrema derecha, y ha anunciado varias medidas sociales como el anuncio de la gratuidad del transporte público para menores, jóvenes y parados, mejorar «el acceso a la vivienda», que ha definido como «el problema más grande que afrontan muchos ciudadanos del país, sobre todo los jóvenes», el impuesto a las rentas más altas, un nuevo modelo laboral «presencial con horarios flexibles» y un máximo de 30 días para la prestación de dependencia».