En plena crisis entre las dos Españas, iniciada en los últimos meses con los pactos de Pedro Sánchez con partidos independentistas y el impulso de la ley de amnistía que ha provocado fuertes protestas de la derecha ante la sede del PSOE, Felipe VI ha advertido este domingo por la noche, en su discurso de Navidad, del peligro que se instale el «germen de la discordia». Cómo hace habitualmente, se ha aferrado a la Constitución de 1978 para defenderla y ha recordado que fuera de esta ley «no hay democracia ni convivencia». De hecho, según él, fuera de la carta magna «no hay una España en paz y libertad».

Este llamamiento llega también en la semana en la que finalmente se han reunido el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con la pugna por la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el centro del debate. Esta fue la primera cuestión que enfrentó al PSOE y el PP hace ya años, y la tensión ha ido en aumento y se ha acabado de desbordar a raíz de los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas para conseguir la investidura a pesar de no haber ganado las elecciones del 23-J.
Asegura que la Constitución garantiza que «todo ciudadano tiene derecho a defender sus ideas»
En este contexto, Felipe de Borbón ha pedido que cada institución actúe «en el ejercicio de sus propias competencias» y que busque su «prestigio». «Tenemos que velar siempre por el buen nombre, la dignidad y el respeto a nuestro país», ha añadido. Y, también como cada año, ha invocado la «unidad» como «clave» para afrontar los conflictos que pueda haber.
Mientras las causas judiciales contra todo tipo de personas y colectivos implicados en el Procés y en el 1-O continúan adelante, a pesar de que la amnistía está cerca de aprobarse, Felipe VI ha asegurado que «en España todo ciudadano tiene derecho a pensar, a expresarse y defender sus ideas con libertad y respeto a los otros». Para matizarlo, ha añadido que también hacen falta unos «consensos básicos y amplios» sobre los principios que, según él, unen a «varias generaciones». Por eso, ha defendido la Constitución como «pacto colectivo de todos y entre todos para un propósito compartido» que considera que «permite expresarse libremente». Y ha pedido que se conserve la identidad de esta ley y se preserve «el que la define y el que significa».