El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la ley de la aborto y la ley trans, dos de los proyectos estrella de Podemos y que dan un poco de aire político a la ministra de Igualdad, Irene Montero, muy criticada por el fracaso de la ley del solo sí es sí. Las dos leyes habían vuelto a la cámara baja después de que el Senado incorporara algunas modificaciones. En el caso de la ley del aborto, su paso por el Senado ha servido para introducir una cláusula especial para evitar los protocolos antiaborto como el que quería aprobar Castilla y León.
La nueva ley, que elimina la obligación de tener el permiso paterno para abortar a partir de los 16 años, ha obtenido los votos de 185 diputados. Además de los partidos de gobierno, han votado a favor ERC, Junts, CUP, Bildu o PNB. El PP, Vox y Cs han votado en contra. La votación se ha producido poco después de que el Tribunal Constitucional avalara la norma aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero el 2010 y que el PP había recorrido.
La nueva ley elimina la obligación de tener permiso de los padres para abortar a partir de los 16 años y suprime los tres días de reflexión obligatorios para las mujeres con discapacidad. También quiere garantizar que los abortos se puedan llevar a cabo en centros públicos próximos en el domicilio de las mujeres e incluye las bajas por reglas dolorosas o la financiación con dinero público de las pastillas anticonceptivas de última generación.

La ley trans elimina requisitos para cambiar de sexo
La ley trans que se ha aprobado reduce los requisitos actuales para cambiar de sexo en el DNI y ya no harán falta dos años de hormonación y un informe médico como hasta ahora. La norma dice que los mayores de 16 años solo tendrán que presentar una petición al registro, que se tendrá que ratificar tres meses después. El Partido Popular ha cargado contra Irene Montero y ha augurado que la nueva ley acabará como la del solo sí es sí.
De este modo, se permite la libre autodeterminación de género para los mayores de 16 años y la permite entre los 14 y los 16 si los padres acompañan a la persona a hacer el trámite. En caso de desavenencias, será la justicia quien decidirá, igual que pasará con todos los casos de personas de 12 a 14 años, tanto si hay consentimiento paterno como si no. La norma también prohíbe las terapias de reconversión para modificar la orientación sexual y deja de considerar la transexualidad como una enfermedad, eliminando de cualquier trámite la intervención de médicos o psicólogos como testigos.