Ni una semana después de las elecciones del 12 de mayo se ha esperado Pedro Sánchez a volver a Cataluña y apuntarse la victoria de los socialistas catalanes. La excusa, un tipo de acto preelectoral de las europeas del 9 de junio, al Palacio de Congresos de Cataluña. En un panorama marcado por cierto nivel de incertidumbre sobre la posible investidura de un nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, la jefa de filas de los socialistas a las europeas, Teresa Ribera, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que se ha enganchado a los mítines, y Sánchez se han organizado una fiesta. De hecho, el acto ha empezado sonando el famoso
Collboni ha sido el encargado de abrir el acto con un nuevo eslogan, emplazar los socialistas a hacer un «tres en raya» es decir, un presidente socialista en España, un alcalde socialista en Barcelona y, para rematar, un presidente socialista en Cataluña. Collboni, pero, ha obviado que dos de las tres fichas fueron facilitadas por el PP y la otra por los votos de los independentistas. El acto también ha contado con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, de Indústria, Jordi Hereu y la vicepresidenta Teresa Montero así como el candidato del PSC a las europeas, Javi López. Sánchez se ha apuntado la victoria del 12 de mayo y de su política de «perdón» en Cataluña e Illa ha insistido que el 9 de junio, como lo fue el 23 de julio o el 12 de mayo, los socialistas pararon el avance de la ultraderecha. Un detalle de Sánchez ha sido avanzar que miércoles de esta semana anunciará el día que reconocerá oficialmente palestina.

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Sánchez y el «perdón»
Sánchez ha sido el último a conversar, pero se ha llevado el protagonismo. El presidente español ha dirigido su discurso en dos direcciones. Por un lado, contra la ofensiva de la derecha y la crítica feroz a la «mimetización de la derecha a la ultraderecha» así como su «discurso xenófobo» que desprestigia la democracia. Por otro lado, la victoria del PSC lo 12M que le ha servido para lucir la política de pacificación con el independentismo con los indultos o la amnistía. «El 12M demuestra que Cataluña estima España», ha expuesto.
Por el líder del PSOE, la «gran lección del pueblo de Cataluña y del pueblo de España es que Cataluña y España miran al futuro, la derecha mira el pasado, porque cuando gana la convivencia, Alberto Núñez Feijoo i Santiago Abascal se quedan sin discurso». Para Sánchez, la victoria del 11M demuestra que en «democracia es más fuerte el perdón que el rencor». «Los problemas se tienen que tomar de frente, nosotros no hemos mirado hacia otro lado, sino que hemos ofrecido una solución viable para Cataluña y España», ha añadido. En este marco, ha insistir que la derecha no para de clamar que «España se rompe y se hunde, cuando España está más unida y es más próspera que nunca».
Illa y los valores
El candidato a la presidencia de la Generalitat no ha querido entrar en ningún tipo de detalle de las negociaciones ni mirar con detalle ni crítica la trifulca en los otros partidos. Fiel a su estilo se ha limitado a agradecer la victoria y a compartirla con el PSOE a quien ha pedido «sentirse partícipes de la victoria». Illa ha subrayado que su victoria en votos y escaños es la «victoria de los valores», «de unos principios» y «de una manera de hacer política».
Illa ha aprovechado para pedir el apoyo al PSC y al PSOE a las europeas para repetir las paradas que lo 23J y lo 12M hicieron a la ultraderecha. «No volamos odio, ni división, ni discriminación, dijimos no al discurso del odio 12M y lo 23J y lo 9J diremos no al discurso del odio y sí al discurso de la convivencia», ha aseverado. El líder del PSC ha querido centrar en el PSC el voto útil que puede «parar el discurso del odio de la derecha y la extrema derecha».