La independencia ha asomado por fin en la campaña electoral del 28-M. Y lo ha hecho en Girona, una ciudad con una gran carga simbólica porque es la única gran capital donde gobierna Juntos y tiene a Carles Puigdemont como gran referente porque fue el alcalde entre 2011 y 2016. En un cambio radical respecto a las elecciones del 2019, el Proceso había quedado hasta ahora en un segundo plano y los partidos se habían concentrado a hablar más de propuestas concretas y de modelo de ciudad. A medida que la campaña se acerca a su fin, muchas encuestas presentan una batalla en la que prácticamente cada voto contará, una situación que en las municipales es todavía más relevante porque el partido que queda primero gobierna automáticamente si no hay ninguna coalición que consiga la mayoría absoluta.

Por eso, tanto ERC como Junts han decidido recuperar el discurso independentista –más emocional– para atraer a los votantes indecisos y evitar una fuga hacia el rival. Primero fue el líder de ERC, Oriol Junqueras, que en un acto electoral desde Girona este fin de semana abrió fuego contra Junts, a quién acusó de ser independentistas por “conveniencia”. Las duras palabras de Junqueras encontraron respuesta de la plana mayor de Junts, primero desde Manresa y después desde la propia Girona, donde el partido celebraba este lunes su acto central en la ciudad con la destacada ausencia de su presidenta, Laura Borràs, que hizo campaña en Tàrrega (Urgell) y Montblanc (Conca de Barberà). «Hay quien en estas municipales tienen el objetivo de situarse ellos en el mapa para decir que han ganado en la ciudad del presidente Puigdemont”, dijo el secretario general de Juntos, Jordi Turull.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, en un acto electoral a Girona / ACN

ERC y Junts compiten por el pedigrí independentista

En el acto de campaña de ERC en Girona este domingo, Junqueras, consciente del auditorio al cual se dirigía, sacó la artillería pesada contra Junts, una parte del cual acusa a menudo a los republicanos de haber abandonado las aspiraciones independentistas y el espíritu del 1-O. «Nosotros siempre hemos sido independentistas; lo somos y lo continuaremos siendo”, dijo Junqueras en referencia a Xavier Trias, que durante la campaña electoral en Barcelona ha obviado el Proceso. “Aquellos que se han llamado independentistas en los últimos años por conveniencia, porque creían que les convenía para mantenerse en el poder, ahora se desdicen, se esconden y se avergüenzan”. El presidente de ERC no se guardó ningún dardo. “Ahora que intuyen que para mantenerse en el poder tienen que esconder la independencia, no dudan en esconderla y decir que ha vuelto convergencia”.

La dirección de Junts, que se toma las municipales como una especie de plebiscito para ver si el electorado valida los grandes cambios del último año y su apuesta por salir del Gobierno catalán, ha entrado al choque con Junqueras. «El voto a Junts es la garantía de no tirar el 1-O a la basura”, espetó el secretario general del partido. Jordi Turull, en un acto en Manresa (Bages) el mismo domingo. El día siguiente, en Girona, Turull depuró algo más sus críticas. “[Girona] tiene que continuar siendo punta de lanza para culminar la independencia de Cataluña”, dijo. Y también sacó a pasear la amenaza del tripartito. “Cuidado este domingo, porque justamente para conseguir el poder de partido, son capaces de juntar el agua con aceite; pero exactamente sin saber qué hacer, y entonces es cuando vendrá la parálisis y la decadencia”, advirtió. “Nos hace falta una victoria rotunda”.

Gemma Geis y Jordi Turull en un acto de campaña a Girona / ACN

ERC tiene la clave de la alcaldía y Junts juega la carta Puigdemont

ERC, que en 2019 sacó cuatro regidores en Girona, ha gobernado en coalición con Junts desde septiembre del 2020 y ha tenido tres concejalías –Cultura, Educación y Vivienda–. En estas elecciones los republicanos aspiran a mejorar sus resultados aprovechando que la actual alcaldesa de Junts, Marta Madrenas, no repetirá. “No se puede cambiar el candidato y presentar las mismas recetas de antes por los retos de ahora”, advirtió el alcaldable de ERC, Quim Ayats, durante el acto en la escuela Pla de Girona escoltado por la diputada Marta Vilalta; la exdiputada, Dolors Bassa; y el consejero Joaquim Nadal, que fue alcalde de la ciudad con el PSC durante 23 años. Los republicanos juegan con la ventaja de poderse convertir en un actor clave para decidir quién gobierna, un fantasma que en Junts están decididos a explotar para conservar la alcaldía.

El acto central de Junts en Girona contó con la esperada presencia de Carles Puigdemont. El presidente en el exilio y exalcalde de la ciudad se conectó por videoconferencia para dar su aval a Gemma Geis, de quien ha destacado que está más que cualificada para “preparar la ciudad para el futuro” y ha alertado que Girona necesita un gobierno fuerte. «Girona tiene que continuar liderando y no se puede parar; algunos lo querrían, y otros querrían hacer experimentos, que en otras ciudades no han funcionado, y que cuesta Dios y ayuda revertir». Puigdemont ha insistido en que a la ciudad «le conviene» el «liderazgo» de Geis, que se comprometió a trabajar para que Girona «continúe siendo faro de la independencia de Cataluña”.

Nuevo comentario

Comparte

Icona de pantalla completa