Lo bautizaron como Operación Colombo por una doble casualidad. Por un lado, porque una de las acciones principales estuvo en la República Dominicana, país que ocupa gran parte de la isla descubierta por Cristóbal Colón. Por la otra, por la implicación de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que se hacían pasar por detectives privados –mezclados con otros que sí que lo eran– para llevar a cabo investigaciones encubiertas de la policía patriótica, sobre todo de la Operación Cataluña. En el trasfondo, la empresa de detectives privados Método 3 que siempre ha negado cualquier vínculo con esta operación: de hecho, considera que envolverla en este operativo no tiene ningún sentido y que fue más víctima que no otra cosa.
Según las fuentes consultadas y la documentación policial, el equipo Colombo consistió en una brigada especial que investigó las finanzas de la familia Pujol, los implicados del caso Gürtel y los de la operación Malaya. Incluso, según informaciones recogidas en la macrocausa Tándem, que dirige el juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que habría investigado, o más bien intentado tapar, los nexos de las «altas instituciones del Estado» –como la corona española– con tramas de blanqueo internacional a través de sociedades
El ministerio público estudió el caso, pero rechazó judicializarlo. Aun así, posteriormente uno de los policías de la Unidad de Asuntos Internos, el inspector Rubén Eladio, utilizó este informe para incorporarlo a su querella contra el núcleo duro de la policía patriótica. Una denuncia penal a la cual ha tenido acceso El Mundo. Es del 24 de agosto del 2018 y recoge acusaciones por varios delitos contra cargos como por ejemplo el exdirector adjunto operativo (DAO) del Cuerpo Nacional de Policía Eugenio Pino o el jefe de los agentes encubiertos, el comisario de inteligencia jubilado José Manuel Villarejo. Eladio aseguraba que la policía patriótica lo había acusado falsamente «de ocultar declaraciones sobre la Operación Colombo».

Hacerse pasar por abogados de la familia Pujol
La Audiencia Nacional redescubrió este informe a raíz de la denuncia de Eladio y de las piezas separadas 27 y 28 de la Audiencia Nacional, que afectaban, entre otros, la agencia de detectives Método 3. En el marco de estas dos instrucciones volvió a aparecer esta operación Colombo, que todavía no se ha acabado de aclarar. En principio, fue un operativo montado desde la policía, junto con ex detectives de la agencia catalana, para investigar internamente qué documentos y qué información tenían que pudiera ser utilizada por la policía patriótica. Así mismo, a través de pagos de fondos reservados, se contrataban detectives y policías que se harían pasar por detectives o, incluso, por abogados que defendían «intereses de investigados por la policía». El ejemplo más clamoroso fue intentar hacerse pasar por letrados de la familia Pujol para obtener información confidencial sobro supuestas cuentas de la familia al extranjero.
De hecho, alguna de las informaciones obtenidas por los
Un viaje en la República Dominicana hizo saltar las alarmas de cómo funcionaba este operativo. De hecho, este viaje habría servido, así como otras pesquisas en el extranjero –por ejemplo, a Miami– para bloquear cualquier información que se pudiera conseguir sobro «altas instituciones del Estado» como por ejemplo la corona. La ventaja del entramado era dejar en manos de detectives, o detectives simulados, pesquisas que pudieran servir para envolver políticos en tramas de corrupción, sin ningún tipo de control judicial, para obtener información que después se podría blanquear a través de informes policiales. En resumen, la operación Colombo servía para obtener y filtrar información que oficialmente podría ser muy difícil de obtener. El informe Colombo posterior sirvió para denunciar estas investigaciones, aportar también datos obtenidos y, de paso, proteger Marcelino Martín Blas, que habría colaborado en varias acciones de la policía patriótica en el marco de la Operación Cataluña y, a partir de determinado momento, rompió con Villarejo y Olivo.

De Colombo a Método 3
Las pesquisas de Colombo incluidas en el oficio de Asuntos Internos, donde hay declaraciones de ex detectives de Método 3 –como por ejemplo Juan Tamarit, alías
De hecho, Eladio, el policía que ha revivido este informe, fue el mismo que ya alertó el 2016 de la existencia de un operativo policial destinado a perjudicar líderes políticos catalanes, con seguimientos, escuchas e investigación de información absolutamente prospectiva. En concreto, escribió el atestado 67/2016 de 20 de mayo del 2016, librado al juzgado de Instrucción número 2 de Madrid. Un juzgado que entonces investigaba una de las chapuzas más descaradas de la policía patriótica, la Operación Nikolay, sobre las actividades del Pequeño Nicolás, quien, de hecho, fue uno de los responsables para hacer aflorar las actividades de la policía patriótica. Cabe de los dos informes, ni el Colombo, ni el 67/2016, tuvieron ningún efecto. Uno quedó parado por la fiscalía anticorrupción por «carencia de grosor jurídico» –no se quiso enganchar los dedos en una guerra entre facciones de la policía patriótica– y el segundo quedó estancado en un procedimiento del cual los acusados han salido absueltos: una supuesta grabación de una conversación entre comisarios policiales y representantes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para plantear una estrategia para averiguar qué información tenía el Pequeño Nicolás.