El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, pasa a la ofensiva contra la posible candidatura de Carles Puigdemont a las elecciones catalanas. En una entrevista en TV3 a raíz de la convocatoria electoral de este miércoles, Aragonés ha relativizado el impacto del presidente al exilio a los comicios. «El 2021 ya fue candidato, y quedó tercero», ha recordado el jefe del ejecutivo, asegurando esperar que «tanto Puigdemont como todos los represaliados vuelvan cuanto antes mejor».
Ante las acusaciones por parte del secretario general de Junts per Catalunya Jordi Turull de «electoralismo», Aragonés se ha defendido asegurando que el 12 de mayo es «el primer domingo disponible». Ha puesto, además, en la azotea juntaire la pelota de la vigencia de la ley de la amnistía. La ley pactada finalmente entre ERC, Junts y el PSOE «ya estaría aprobada de no ser por retoques que no añaden» a su cobertura jurídica. En este sentido, responsabiliza el partido de Turull del «retraso en el tiempo» de la ampliación de la norma. A pesar de las tensiones en el Parlamento, el presidente ha negado que la amnistía esté en riesgo. «Todos los partidos estamos comprometidos», constata.

La «irresponsabilidad» de los partidos
Después de la caída de los presupuestos de la Generalitat, Aragonés ha afeado una decisión que ha considerado «irresponsable» por parte de sus potenciales socios, Junts y los Comuns. «Hemos estado negociando hasta el último minuto», reconoce el presidente, a pesar de que finalmente se ve obligado a trasladar la responsabilidad a la ciudadanía, que «será quien decida el 12 de mayo». En este sentido, se ha mostrado optimista en cuanto a los resultados de los republicanos, en cuanto que los electores «sabrán discernir los que hemos actuado responsablemente» de los que no lo han hecho. En este sentido, Aragonés ha defendido los presupuestos presentados por la Generalitat la pasada semana, unas «buenas cuentas» en sus ojos, que atenían necesidades inmediatas como la sequía o la crisis residencial.
Lo Hard Rock, la «consecuencia de una mala decisión»
La línea roja que ha acabado para romper la potencial mayoría para los presupuestos, el Hard Rock, estaba, segundos Aragonés, fuera tanto de los presupuestos como de las manos del Gobierno. El proyecto tenía «una tramitación administrativa» que, en palabras del jefe del ejecutivo, «no se podía parar arbitrariamente». El presidente ha querido remarcar su rechazo a el macrocasino, tildándolo de «mala decisión de CIU, el PSC y el PP», de la que «arrastramos las consecuencias». Sobre el desacuerdo entre Comunes y PSC, ha ironizado sobre sus pactos fuera de Cataluña, apuntando que «no los impide gobernar» en el Estado español. Ante la renuncia del presidente español Pedro Sánchez a aprobar los presupuestos del Estado ante la situación catalana, Aragonés lo ha instado a «agradecer esta situación absurda a sus socios de coalición».