Dani Rovira se ha sincerado, como pocas veces había hecho, durante su intervención en La Revuelta. El actor no quiso decir cuántos dineros tiene en el banco como sí hacen otros invitados, pero la anécdota sexual que sacó a la luz lo compensó. En primer lugar, eso sí, quiso hacer un repaso por cómo ha cambiado su vida desde el éxito de Ocho apellidos vascos. Lo presentaron como la persona más famosa de España en aquella época, una etapa que recuerda positivamente aunque reconoce que tuvo «ciertas dificultades» porque le costó asimilar el boom que experimentó: «Once años después, te diré que saco más pros que contras. En aquel momento, sin embargo, no lo veía así«.
La película le permitió tocar el cielo en el mundo interpretativo y, desde entonces, no ha hecho más que trabajar. Ahora mismo, de hecho, está promocionando la obra de teatro que protagoniza. La vida lo forzó a hacer una pausa cuando los médicos le diagnosticaron cáncer en 2020, el peor momento de su vida sin ninguna diferencia. Le encontraron un linfoma de Hodgkin cuando aún no había cumplido los 40 años y, por este motivo, tuvo que someterse a 18 sesiones de radioterapia. Afortunadamente, seis meses después pudo anunciar abiertamente que había logrado ganar la batalla contra la enfermedad.
Una anécdota que nunca había contado era que, poco antes de someterse a la primera sesión de quimioterapia, los médicos le recomendaron que congelara esperma porque corría el riesgo de quedarse estéril y no poder tener hijos más adelante. No era muy agradable tener que masturbarse con ese fin, claro, pero creyó que era buena idea hacerlo por si acaso algún día quería ser padre: «Esa fue la paja más triste que me he hecho en toda mi vida, la que me hice una hora antes de mi primera quimio».
La paja más triste de la historia. Escuchamos, pero no juzgamos.
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) January 22, 2025
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Dani Rovira explica cómo fue la paja «más triste» de su vida
«Ya me ves a mí en el baño del hospital haciéndome una paja con dos mascarillas puestas porque estábamos en plena pandemia… Ha sido la más operativa y práctica de mi vida. Me habían sacado sangre justo antes y les pregunté si no me podrían dar una magdalena, aunque sea, antes de esa paja. La hice triste y con miedo. Recuerdo que el pene me miró y me preguntó si realmente teníamos que hacer eso en ese momento…», recordó Dani Rovira.
Lo peor de todo es que, después, el médico le preguntaría si lo había sacado todo: «¡Encima menospreciando lo que habías sacado!», reaccionó David Broncano. Dani Rovira habría reaccionado con humor y le habría dicho que avisara al médico que si quería más, le tendría que dar una patada en los cojones: «No se rían porque fue muy triste. Encima quería apagar la luz de ese hospital y no podía, si al menos hubiera estado a oscuras…». Hoy en día, su semen sigue congelado en un hospital de Madrid porque comprobaron que era de buena calidad cuando lo analizaron: «Ahí está, congelado como el Capitán América y Walt Disney mientras espera su misión».

Una entrevista en la que ha vuelto a demostrar que prefiere tomarse las cosas con sentido del humor y darles la vuelta, sobre todo cuando vives una situación tan dura que realmente puede afectarte muchísimo a nivel psicológico.