El presidente de Ucrania, Volodímir Zelesnky, desconfía del plan de paz que prepara China para intentar poner fin a la guerra. El presidente chino, Xi Jinping, tiene previsto pronunciar un «discurso por la paz» en las Naciones Unidas el próximo viernes, justo cuando se cumple un año de la invasión rusa de Ucrania. Está previsto que durante la conferencia esboce las líneas maestras de su plan de paz, pero Zelenski sospecha que China, aliada de Rusia a pesar de su postura neutral durante la guerra, pondrá sobre la mesa una propuesta que implique hacer renuncias territoriales, una línea roja que Kíiv no está dispuesta a cruzar.
En su rueda de prensa diaria de este martes, Zelenski ha reconocido que no ha visto «ningún documento oficial» sobre el plan de paz anunciado por el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, durante la Conferencia de Seguridad celebrada este fin de semana en Múnich (Alemania). El presidente ucraniano ha insistido que el país ya tiene una propuesta para acabar con la guerra y que pasa, en última instancia, por que Rusia retire todas sus tropas del territorio ucraniano, incluida Crimea. «Me parece que nuestro documento, nuestra fórmula de la paz, ya tiene el apoyo de una gran cantidad de estados y esperamos que se confirme durante la reunión en Naciones Unidas», ha dicho.

Alto el fuego y freno al envío de armas, entre las propuestas de China
El ministro de Asuntos exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, se ha expresado en la misma línea y ha insistido que la propuesta de paz de Zelenski es la «máxima prioridad» de su gobierno. Kuleba ha reconocido que Wang Yi compartió con él algunos detalles del plan de paz chino, pero que tampoco ha visto la letra pequeña del documento. Algunos medios avanzan que la propuesta de Xi Jinping podría incluir algún tipo de alto el fuego e incluso el fin del suministro de armas a Ucrania por parte de la OTAN, dos puntos que ahora mismo difícilmente obtendrían el apoyo de los Estados Unidos, la Unión Europea o de la misma Ucrania.
Zelenski ha advertido que cualquier alto el fuego que se acuerde con Rusia será una pérdida de tiempo porque Moscú lo utilizará para rearmarse y preparar la siguiente ofensiva. Tampoco parece realista que Kíiv acepte dejar de recibir armas de Occidente, puesto que las entregas previstas en las próximas semanas –que incluyen tanques y armas de largo alcance– reforzarán las posibilidades del ejército ucraniano de iniciar una contraofensiva en primavera. Con las tropas rusas presionando a lo largo de todo el frente oriental, Ucrania ha optado para mantenerse en una posición defensiva hasta que las condiciones sobre el terreno sean óptimas para empezar el contraataque.