El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha cuestionado la solución de los dos estados horas después de firmar el acuerdo de paz en la Franja de Gaza junto con una veintena de líderes mundiales. “A mucha gente le gusta la solución de un solo Estado”, dijo Trump en declaraciones a la prensa. “A algunas personas les gusta la solución de dos estados. Veremos. No comento al respecto”. El presidente estadounidense aseguró que ahora mismo la prioridad es reconstruir Gaza y deja para más adelante una cuestión polémica que genera mucho consenso en la comunidad internacional, pero que no gusta nada a Israel.

Trump ha sido el gran protagonista del encuentro en Sharm el-Sheij y ha celebrado el “fin de la guerra en Gaza”, un logro “impensable” hace unas semanas que abre la puerta a la “paz en Oriente Medio”. El polémico mandatario ha convertido la cumbre en Egipto en un homenaje a su persona y al papel de los Estados Unidos en el mundo y ha animado al resto de países árabes a sumarse a los Acuerdos de Abraham, el acuerdo de paz firmado en 2020 entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos auspiciado por la Casa Blanca. “Espero que todos se sumen a los Acuerdos de Abraham. Mucha gente habla de unirse, hoy mismo. Mucha gente habla de ello y será un gran homenaje a los Estados Unidos”, dijo con gran orgullo.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca / Oficina del Primer Ministro de Israel

El show de Trump en Egipto

La firma del acuerdo de paz quedó eclipsada por el show de Trump, quien recibió numerosos elogios por haber propiciado el acuerdo de paz entre Israel y Gaza. El más entusiasta fue el presidente de Pakistán, Shehbaz Sharif, quien pidió el Nobel de la Paz para Trump por su “contribución extraordinaria” en la resolución de conflictos. “Es el mejor candidato”. En otro momento de la ceremonia, el presidente de los Estados Unidos se refirió a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, como una “mujer joven y guapa”, una definición que él mismo auguró que le traería críticas. “Me arriesgaré”, dijo entre risas de los presentes después de preguntar a Meloni si le molestaba que le dijera guapa.

El otro momento tenso de su intervención se produjo cuando se dirigió al presidente español, Pedro Sánchez, por sus discrepancias sobre el gasto en defensa. “¿Estáis trabajando en el tema del PIB? Nos acercaremos”, aseguró Trump, quien posteriormente dijo que España está haciendo “un trabajo fantástico”. Sánchez y Trump ya protagonizaron otra anécdota cuando se saludaron al inicio de la cumbre. Trump intentó tirar del brazo de Sánchez durante el apretón de manos para arrastrarlo hacia donde estaba él, pero el presidente español le sostuvo el pulso con una sonrisa en la cara.

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