La Casa Blanca y el Kremlin inician el camino hacia un alto el fuego completo en Ucrania. El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, han acordado detener durante 30 días los ataques sobre infraestructuras energéticas ucranianas. Según la administración norteamericana, esta tregua parcial es un «paso previo hacia la paz permanente«. Los dos mandatarios han llegado a este entendimiento tras una larga llamada telefónica, de más de una hora y media. En ella, han abierto la puerta a nuevas «negociaciones de paz» más ambiciosas, que se llevarán a cabo en el Oriente Medio. Cabe recordar que las conversaciones entre el mismo Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se celebraron en Arabia Saudita.

En su postura oficial, el Kremlin mantiene aún algunos de los puntos clave de sus demandas para detener las hostilidades. Según el gobierno ruso, no pueden retirar las tropas sin «reconocer las causas profundas de la crisis». En este sentido, Putin llama a la comunidad internacional a dar validez a los «intereses legítimos en el campo de la seguridad» de su ejecutivo. Además, reclama que Ucrania abandone la «movilización forzada» de la población, así como su rearme, como «garantía de control» durante la tregua.

Donald Trump exige un
Donald Trump exige un «cambio de comportamiento» a Volodímir Zelenski tras la fallida reunión del viernes / Europa Press / Andrew Leyden / ZUMA Press Wire/ dpa

Sin relaciones

De hecho, la mediación de Washington parece esencial, dado que la confianza entre las dos partes del conflicto está rota. En la conversación con Trump, Putin ha trasladado sus recelos ante la posición negociadora de Zelenski, a quien acusa de haber «saboteado y violado repetidamente» los acuerdos a los que se ha podido llegar. Por su parte, Kiev ha lanzado varios mensajes contra Putin en las últimas semanas. El último, del mismo presidente en sus redes: en una publicación en la red social X, increpaba a su homólogo ruso por «imponer condiciones extremadamente difíciles e inaceptables» como forma de prolongar la guerra. «Está haciendo todo lo posible para que la diplomacia falle, así es como funciona Rusia«, advertía.

Por otro lado, Putin ha trasladado a Trump ciertas garantías, especialmente de carácter humanitario, para hacer buena la tregua. Entre otras cuestiones, el presidente ruso se ha comprometido a «garantizar la vida y el trato digno» a los soldados ucranianos apostados en el frente de Kursk. La pasada semana, el Kremlin aseguró que tenía «rodeadas» las tropas de Kiev -una alerta que Zelenski ha negado posteriormente-. Ahora bien, a cambio de «guiarse por consideraciones humanitarias, el ejército ruso exige la rendición total de las tropas. También se ha avenido a entregar 23 soldados ucranianos «gravemente heridos» para que reciban tratamiento en su país. La entrega de los militares se producirá en paralelo al intercambio de prisioneros previsto para el próximo miércoles.

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