Este jueves de madrugada un fuerte incendio en un edificio de Johannesburgo, en Suráfrica, ha desencadenado en una enorme tragedia. Unas setenta personas han perdido la vida por las llamas según el último recuento de víctimas de las autoridades africanas. Los hechos han tenido lugar en un edificio del distrito financiero de la ciudad. El portavoz del Servicio de Gestión de Emergencias, Robert Mulaudzi, ha especificado en un breve mensaje en su cuenta en la red social Twitter, ahora conocida como X, que «la última actualización del balance es de 73 muertos y 52 heridos», si bien ha agregado que «la operación de busca y rescate continúa», cosa que indica que el número de víctimas mortales podría seguir creciendo.
El alcalde de la capital sudafricana, Kabelo Gwamanda, y varios funcionarios del gobierno se han desplazado hasta el lugar de la tragedia para trasladar su apoyo a los afectados. A través de otro mensaje a Twitter, el alcalde ha confirmado que «las tareas de busca de víctimas» continúan, a pesar de que no ha detallado si tienen previsión de encontrar más supervivientes o no. Por su parte, el ministro de Presidencia, Khumbudzo Ntshaveni, ha dicho que el mandatario, Cyril Ramaphosa, es informado de la situación, que «sigue en manos del gobierno local y del gobierno provincial de Gauteng»: «Permitiremos que las investigaciones de las autoridades tengan lugar, después del que nos librarán un informe y adoptaremos medidas posteriormente», ha dicho, antes de incidir en el hecho que si los servicios de emergencia del país necesitan «refuerzos», esta ayuda «se ofrece». Es decir, que ponen a disposición todos los recursos que sean necesarios en caso de que los pidan.

«Una gran tragedia»
El mandatario ha descrito los sucesos de esta noche como «una gran tragedia» y ha trasladado sus «profundas condolencias» a los familiares de los muertos y los heridos: «Nuestros pensamientos están con todos los afectados por este desastre. Este incidente nos interpela, a los servicios de emergencia y a otras entidades del Gobierno, a ayudar a los supervivientes para restaurar su bienestar físico y psicológico y ofrecer todo apoyo material a los afectados», lamenta.