Crisis política en Austria, que se suma a las existentes en Francia, que a principios de diciembre vio cómo dimitía el primer ministro Michel Barnier y el presidente Emmanuel Macron tuvo que formar un nuevo gobierno de prisa y corriendo, y en Alemania, que deberá enfrentar en febrero unas elecciones legislativas anticipadas. En Austria, el canciller Karl Nehammer ha anunciado que dimitirá en los próximos días después de que le haya sido imposible formar gobierno entre su partido, el Partido Popular de Austria (ÖVP), y el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ).

Como podría suceder en Alemania, en las elecciones austriacas de septiembre pasado se impusieron los ultraderechistas del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ). Ahora, Nehammer, que es canciller desde diciembre de 2021, ha dicho que da por cerradas las negociaciones. «No las continuaremos», ha explicado a través de las redes sociales, y abandonará todos los cargos que ocupa desde hace más de tres años. Las diferencias insalvables entre los conservadores y los socialdemócratas para formar gobierno son en el ámbito económico.

Regreso de Kurz o elecciones

Una de las posibilidades que ahora se abre en Austria es que regrese el excanciller y exlíder de los conservadores Sebastian Kurz. Kurz ha sido canciller en dos etapas diferentes, entre 2017 y 2019 y entre 2020 y 2021. No obstante, la posibilidad de que haya una repetición electoral es alta.

En las elecciones de finales de septiembre, la ultraderecha consiguió el 29% de los votos, mientras que los conservadores obtuvieron tres puntos menos. Las encuestas actuales prevén un aumento del partido ultraderechista de la Libertad, con posibilidad de alcanzar hasta el 35% de los sufragios.

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