Fumata blanca en el acuerdo norteamericano para enviar más ayuda militar a Israel y Ucrania. Después de varios meses de negociación, republicanos y demócratas han desencallado las conversas y han podido rubricar un pacto, que finalmente incluye también un endurecimiento de la política migratoria en la frontera con México y que supondrá -en caso de aprobarse en el Congreso- la primera reforma de la política fronteriza de los Estados Unidos desde el 1990. En concreto, las medidas implicarían restringir el acceso al sistema de asilo durante los picos de migración, dificultando que los migrantes pasen los controles iniciales de asilo y aumentando las deportaciones de los que no son elegibles para el permiso de refugiado.

El discutido texto tiene 370 páginas y ha sido elaborado por los senadores negociadores James Lankford, republicano; Chris Murphy, demócrata; y Kyrsten Sinema, independiente, además de ser pactado con altos funcionarios de la Administración Biden. En el supuesto de que sea aprobado, este pacto otorgaría al presidente poderes de gran alcance para tomar medidas drásticas en las fronteras, incluso expulsar a los migrantes sin permitirles solicitar asilo. Por otro lado, el acuerdo desbloquea el envío de más ayuda militar para Israel y Ucrania, entre otras prioridades de Washington en materia de política exterior. Todo ello hace subir el acuerdo hasta los 118.000 millones de dólares (109.500 millones de euros), de los cuales unos 20.000 millones (18.500 millones de euros) se destinarán al control fronterizo.

Apoyo firme a un pacto «muerto»

El presidente norteamericano, Joe Biden, ha instado al Congreso a aprobar este proyecto de ley, al cual ha mostrado su «firme» apoyo: «Ahora hemos llegado a un acuerdo bipartidista de seguridad nacional que incluye el conjunto de reformas fronterizas más duras y justas en décadas». Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha asegurado que el acuerdo «morirá» al llegar a la Cámara, donde el Partido Republicano cuenta con mayoría: «Ya he visto suficiente. Este proyecto es incluso peor del que se esperaba».

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