El Observatorio Oceanográfico de la Cataluña Norte, el antiguo Laboratorio Aragón de Banyuls de la Marenda, celebra este mes de abril el 130.º cumpleaños de la primera fotografía submarina del mundo, tomada el 1893 por el científico Louis Boutan. Desde entonces, el instituto de la Costa Roja continúa siendo punta de lanza de la investigación y de la observación marítima.

El Laboratorio Aragón nace de la iniciativa de un pionero de la investigación científica francesa. El 1882, Henri de Lacaze-Dothiers, atraído por el clima de la Costa Roja, instala su laboratorio al lado del «mar catalán», como denominaba la zona. En la misma época se crean laboratorios similares a las costas de Provenza y de Bretaña. Hoy, todos están integrados en la universidad parisiense de la Sorbona.
Espera durante minutos bajo el agua para aprovechar un rayo de sol
De buen principio, Lacaze-Dothiers no duda a echar sus estudiantes… en el mar. La primavera del 1893, uno de sus discípulos, Louis Boutan, elabora y fabrica la primera caja sumergible a la cual integra una cámara fotográfica. Bajo el agua, Boutan espera durante largos minutos el rayo de sol que le permitirá poner en marcha el flash de la fotografía. Es la primera imagen submarina mundial, que nos abrirá los ojos sobre la belleza entonces desconocida de los fondos marinos. El sistema ideado por Louis Boutan servirá de modelo a los exploradores del siglo XX.

Este primer cliché será la primera innovación importante surgida del laboratorio, que se convertirá en observatorio marítimo a partir de los años 60 del siglo XX. Desde Banyuls, los 200 científicos y los estudiantes del Centro Nacional de Investigación Científica y de la Universidad de la Sorbona recogen datos periódicos que ayudan a entender los movimientos marinos. Últimamente, los equipos de investigación en biodiversidad celular, microbiología, virología y bioquímica han estudiado los cañones submarinos próximos a la reserva marítima de Banyuls.
El 2019, un estudio focalizado sobre el octolicreno, presente en las cremas solares, pudo influir sobre la legislación que limita ahora el uso de esta molécula cancerígena que impacta los fondos marinos y particularmente el coral. Actualmente, se trabaja sobre el cangrejo azul, una especie invasora muy presente en el estaño de Canet de Rosselló, para entender su proliferación y las consecuencias de los cambios de temperaturas sobre los ecosistemas.
Yves Desdevises, director del observatorio de Banyuls explica: «Seguimos con intervalos regulares los cambios del medio ambiente marítimo, gracias a los datos que recogemos en las boyas que se encuentran a alta mar y que nos indican la tasa de amonium, las temperaturas… Estos datos vienen a completar las cifras nacionales, internacionales y europeas que nos permiten de tener una mirada global sobre los fondos marinos. Y particularmente sobre sus posibilidades de absorber el carbono, un elemento clave en la lucha contra el recalentamiento».
Archivo conservado en el territorio
El laboratorio Aragón también tiene la particularidad de ser el único centro de investigación del estado francés que ha conservado sus archivos en el territorio. La conservadora Sandrine Bodin resistió al intento de deslocalización de los documentos hacia París y a las presiones para transformar las antiguas bibliotecas en laboratorios. Desde hace treinta años, Bodin recopila el patrimonio esparcido durante los años 1970 y lleva acciones de divulgación. «En el siglo XIX, este lugar era muy misterioso para la gente del pueblo. Ahora todavía no se sabe muy bien qué se hace», observa.

Hoy en día, 800 fotografías conservadas sobre placas de vidrio y 800 de papel, tomadas por forofos o científicos, se acumulan sobre las estanterías de los archivos, entre libros de los siglos XVII y XVIII, materiales submarinos, documentos oficiales y epistolarios. Se conserva la correspondencia entre el fundador del laboratorio y su gran amigo Odon de Buen, profesor de la facultad de ciencias de la Universitat de Barcelona. El laboratorio acaba este año unas obras de ampliación. Nuevos laboratorios y espacios de estudio abrirán de aquí a final de año, con la voluntad de continuar la tarea impulsada por su fundador, hace más de 140 años.