Paüls, un pequeño municipio de 545 vecinos del Baix Ebre, centra estos días la atención informativa por el grave incendio que azota la zona –ya ha quemado casi 3.000 hectáreas– y que se inició en este pueblecito. De hecho, el fuego es tan virulento que ha avanzado muchos kilómetros hacia el este e incluso ha saltado el río Ebro, un cortafuegos natural que nadie esperaba que pudiera atravesar. Los habitantes del Ebro destacan este hecho como uno de los aspectos que más les ha asustado. Pero Paüls es mucho más que un lugar donde ha comenzado lo que, de momento, es el segundo peor incendio de este verano, después del fuego de sexta generación que arrasó 6.000 hectáreas en la Segarra la semana pasada. El municipio donde se han originado las llamas esta vez tiene una vida vibrante, con vecinos social y culturalmente muy activos, especialmente en el ámbito musical.

Se pudo ver en el programa de TV3 El foraster en enero de 2022. Fue un episodio que dejó huella, porque la visita de Quim Masferrer a Paüls, en el Baix Ebre, fue de alto voltaje y emocionó a los espectadores, que descubrieron una comunidad cantante y musical en este pueblecito donde «en cada puerta hay un músico», como dicen allí. Y el dicho es casi literal, porque durante el programa quedó demostrado que en Paüls muchos de los habitantes tocan instrumentos o cantan en corales.

«¿Puede ser que Paüls sea el pueblo de Cataluña con más músicos por metro cuadrado? ¡Tenéis charanga, coral, escuela de música, banda municipal…!», se preguntaba el foraster al principio del encuentro final, en un pequeño teatro, con gran parte del pueblo reunido para ver lo que había estado grabando durante los dos días que estuvo allí. Este arranque vaticinaba un final apoteósico y Paüls no decepcionó, porque el pueblo se volcó para cerrar la estancia de Quim Masferrer con una cantada colectiva desde los balcones del Tornarem de Lax & Busto que ponía la piel de gallina.

Vecinos de Paüls, en el Baix Ebre, cantando 'Tornarem' al final del programa 'El foraster'
Vecinos de Paüls, en el Baix Ebre, cantando ‘Tornarem’ al final del programa ‘El foraster’

Pero antes de llegar a este punto álgido, Quim Masferrer había disfrutado de lo lindo descubriendo Paüls, su habla y sus historias de varias generaciones, con abuelos irónicos y jóvenes juguetones. El primer abuelo con el que se encontró, nada más llegar a este pueblo rodeado de montañas de más de mil metros de altura a la entrada del macizo de los Puertos, fue Isidret. Sin morderse la lengua, se rió del acento gerundense de Masferrer –es de Sant Feliu de Buixalleu, en la Selva– pero también de cómo hablan en Tortosa. Para Isidret, donde se habla «normal» es en Paüls. Y dejó muy claro que allí no hay patatas sino pataques y que la gente no coge las cosas sino que las agarra. Ah, y una eixia es lo que en otras zonas de Cataluña se llaman las buhardillas.

Cerezas afrodisíacas y el ‘Sálvame’ de Paüls

Otros personajes entrañables descubiertos durante el programa de este lunes fueron el Ángel de las cerezas –que asegura que la cereza de Paüls es «dura de textura y tan dulce que emborracha», e incluso «afrodisíaca»– y los hermanos Abdon e Isidre, que entre los dos llevan Paüls Televisión. Este fue uno de los pasajes más divertidos y a la vez emotivos de este Foraster: descubrir cómo desde una casa se puede crear un medio de comunicación que interpele a todos los habitantes del pueblo –Abdon e Isidre aseguran que cuando emiten tienen un 90% del pueblo conectado a su canal– con recetas de cocina, vídeos de viajes que hacen Isidre y su esposa y, sobre todo, el «programa estrella», Finestra oberta, el espacio donde se pueden ver «comuniones» y otros eventos locales. «¡Esto es el Sálvame de Paüls!», advirtió Masferrer.

Los jóvenes: el Serena, el Balica y la Little Lion

La pandilla de jóvenes Visinfuà también tuvo su protagonismo. Hicieron reír a carcajadas al foraster y a los espectadores explicando que eligieron el nombre de la palabra que dijo el abuelo de una amiga para referirse a la vichisoise. A partir de ahí, minutos hilarantes mientras los jóvenes explicaban a Masferrer cómo se llaman entre ellos, por los nombres de las respectivas casas. «Nosotros dos somos hermanos y somos de cal Sirio, pero por parte de madre somos de cal Serena y por parte de padre de cal Balica», informó uno de los chicos. «Yo, para aclararme, llamo a un hermano Serena y al otro Balica», añadió un amigo. La cara de Masferrer era un poema. Y lo terminó de ser cuando supo que a una de las chicas, que es de cal León, le dicen Leona o Little Lion.

Reír y llorar con Josep (y la añorada Carmeta)

Un momento entre divertido y emotivo fue cuando Josep, un hombre mayor, llevó al equipo del programa al bosque de Sant Roc, donde está la ermita del patrón del pueblo y se celebra una reunión en agosto. Para encontrarse a comer todos juntos, cada familia del pueblo tiene un corro, que no es otra cosa que una mesa y unos bancos hechos de piedra por los mismos vecinos, cada cual el suyo. Hay 222, y la faena fue para Masferrer mirárselos uno por uno y sentarse para intentar adivinar cuál era el de Josep, que solo decía, como pista, que era «el mejor hecho». Cuando finalmente lo localizaron, Josep sentenció: «¡Esto no lo ha hecho un gilipollas. Bromas aparte, Josep se emocionó mucho al recordar a su Carmeta, su esposa, fallecida por Semana Santa, y explicó que ese verano él no había subido a la reunión porque ella no estaba.

La coral y la charanga

Mientras tanto, el pueblo se preparaba para la gran cantada del Tornarem en los balcones. La idea había surgido de la visita de Masferrer al ensayo de la coral Les Veus de Paüls, donde le explicaron que lo habían hecho durante la pandemia. Una de las cantantes descubrió el secreto de la música del pueblo cuando explicó que su abuelo había creado una pequeña orquesta hace cien años. Esa misma noche, visitó el ensayo de la charanga Tal Com Sona, creada en 1987. Y al día siguiente, Masferrer todavía fue a dar a casa de un carpintero que de repente sacó un saxo y se puso a tocar. «Caramba, en este pueblo en cada puerta hay un músico pero el que hace las puertas también es músico», dijo el presentador sorprendido.

Quim Masferrer en el ensayo de la coral Les veus de Paüls, en 'El foraster'
Quim Masferrer en el ensayo de la coral Les veus de Paüls, en ‘El foraster’

Los abuelos más sabios y la ‘visagra’ que no vale para nada

Antes de la apoteosis final aún tuvo tiempo de pasar por el mercado donde encontró a tres abuelos inigualables. Sentados en un banco y riéndose a carcajadas, le explicaron que los males ellos se los hacen pasar con hierbas del «terreno«, y apostaron muy fuerte por el «borriol». Uno de ellos, sin embargo, tuvo la gentileza de aclarar a Masferrer que el borriol no es una hierba para una mala digestión sino para «levantar el mochuelo». Mientras tanto, el de al lado puntualizaba que es «mucho mejor que la visagra«.

Los abuelos de los remedios medicinales de Paüls en 'El foraster'
Los abuelos de los remedios medicinales de Paüls en ‘El foraster’

Finalmente, por la noche, llegó el momento: a las nueve en punto, muchos y muchos vecinos salieron a sus balcones y ventanas a cantar Tornarem, algunos acompañándose de sus instrumentos: saxos, clarinetes, trompetas. Un final de traca y piel de gallina.

Quim Masferrer frente a un balcón donde vecinos de Paüls cantaban 'Tornarem' al final del programa 'El foraster'
Quim Masferrer frente a un balcón donde vecinos de Paüls cantaban ‘Tornarem’ al final del programa ‘El foraster’

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