La negociación colectiva entre el departamento de Interior y Seguridad Pública y los sindicatos de Mossos d’Esquadra con representación en el Consejo de la Policía, lleva meses. De hecho, es una negociación con tensión y protestas como la que se vivió el pasado diez de diciembre frente a la comisaría más grande de la policía de la Generalitat en Barcelona, la de Travessera de les Corts. Además, hay que añadir la división sindical respecto a los términos de un borrador de acuerdo y el frente judicial abierto por el decreto de reestructuración del cuerpo que abogados de la Generalitat y Mossos ven como una manera de acomodar al actual director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, el sanedrín del cuerpo.

A todo esto, ahora se debe añadir un nuevo frente. En concreto, la denuncia que ha registrado ante la Sindicatura de Greuges el sindicato que agrupa a los Mossos independentistas, el Sindicat Nacional de Seguretat de Catalunya (SEGCAT). Una asociación, sin embargo, que no tiene representantes en la mesa de negociación, y que no solo han quedado al margen de las reuniones, sino que además denuncia que no se le ha trasladado ninguna información de los preacuerdos alcanzados o de los términos o contenidos de la negociación alegando haber aplicado un «régimen reforzado de confidencialidad. Una manera, alegan en la denuncia a la Sindicatura de «restringir el acceso a la información y limitando la posibilidad de difusión de los debates y propuestas en curso».

El director general de la Policia, Josep Lluís Trapero, no vol saber res de l'escorta de Puigdemont/ACN
El director general de la Policia, Josep Lluís Trapero, no quiere saber nada de la escolta de Puigdemont/ACN

«Excesivo y no lo suficientemente ponderado»

La queja, a la que ha tenido acceso El Món, se argumenta en que «la confidencialidad aplicada ha sido de carácter excesivo y no lo suficientemente ponderado, con un impacto real sobre el ejercicio efectivo de la acción sindical». En este sentido, si bien, por una parte admiten que tal vez estaría justificado en algunas fases de la negociación la discreción oficial, como ahora, la «vinculada a memorias económicas preliminares o a trámites presupuestarios pendientes de validación», ahora consideran que afecta los derechos sindicales y a la neutralidad de la administración.

En este sentido, la queja recoge que simultáneamente a la aplicación de este régimen estricto de confidencialidad, «la Dirección General de la Policía difundió, a través de la Intranet corporativa del Cuerpo de Mossos d’Esquadra, un comunicado institucional dirigido a la totalidad del colectivo». Un comunicado en el que destacan que definieron los términos del potencial pacto como un «acuerdo histórico” y como una «ventana de oportunidad» para las «mejoras sustanciales y ampliamente consensuadas» que «no debería verse frustrada». Para el sindicato, es un «mensaje institucional que se produce en un momento previo a la ratificación del acuerdo y mientras la negociación formal continúa abierta».

De hecho, la Subdirección general de recursos humanos ha convocado de manera urgente y extraordinaria una reunión el lunes 22 de diciembre, una vez que la Comisión de Retribuciones ha dado luz verde a los términos del acuerdo que SEGCAT desconoce. Una especie de preacuerdo que, de momento, no cuenta con el apoyo de la totalidad de los sindicatos del Consejo de la Policía. En todo caso, SEGCAT se queja a la Sindicatura de Greuges de que «la combinación de una confidencialidad reforzada en el ámbito de la mesa de negociación y, a la vez, la difusión de un relato institucional único y valorativo a través de un canal corporativo exclusivo de la Administración genera una clara asimetría informativa». Una asimetría que, a su juicio, busca «influir en la percepción del colectivo y vulnera el principio de neutralidad y la libertad sindical».

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