La sección cuarta de la Audiencia de Girona ha confirmado la prisión provisional del hombre atrincherado a Les Llosses, en el Ripollès, que disparó contra el dueño de la finca y contra policías el pasado 14 de junio. En su interlocutoria, de 27 de julio, los magistrados consideran que concurren los elementos indiciarios que justifican la prisión, como por ejemplo la «contumaz» conducta del procesado –que se negó a aceptar la mediación de la policía y disparó–, por el arma utilizada y por la gravedad del delito del cual está acusado, tentativa de homicidio. Así mismo, la sala avisa que hay riesgo de que ataque bienes jurídicos de la víctima por su «enconado conflicto vecinal». Es decir, que reincida.
La titular del juzgado de instrucción 1 decretó prisión para el acusado el pasado 17 de junio, a petición del abogado de los mossos d’esquadra heridos, dos miembros del Grupo Especial de Intervención (GEI), José Antonio Bitos, del sindicato USPAC. La decisión de la jueza fue recorrida por la defensa, que reclamó la libertad provisional. Ahora la Audiencia mantiene la prisión a la espera de que se resuelva la instrucción y la recogida de pruebas. De hecho, la jueza ya tomó declaración al investigado, al propietario de la finca y a los policías participantes en el operativo para hacerlo desistir.

La sala sostiene que hay tentativa de homicidio
En la resolución, los tres magistrados defienden que la acusación de tentativa de homicidio tiene todo el sentido. En esta línea, los togados recuerdan que el arma utilizada, una escopeta de caza, aunque dispare perdigones, «puede causar heridas graves o incluso la muerte». Por otro lado, considera que el acusado disparó «por sorpresa» a la primera víctima, a la cual le hirió la cara y el tórax con 67 perdigones. Añaden los gritos que profirió a la policía antes de dispararles, como por ejemplo «¡saldréis de aquí con un ataúd!» y «¡os mataré!». Y, en último término, porque se negó a cualquier mediación o negociación con los policías «parapetado con una arma con que disparó» contra ellos. Todos estos argumentos justifican plenamente la decisión de enchironar el detenido, según la Audiencia.
Además, la sala rechaza los argumentos de la defensa de considerar los hechos una «tentativa inidónea o incluso irreal» de homicidio por el tipo de arma y de munición utilizado. A pesar de que los magistrados avisan que la instrucción aún está en un momento procesal que no puede valorar la potencialidad de la agresión, sí que queda claro que los agentes tuvieron suerte de ir parapetados y que las lesiones de las 67 perdigonadas podrían haber sido peores. En cualquier caso, la sala llega a recomendar una pericial balística para calcular la verdadera potencialidad del arma utilizada. Además, los magistrados razonan que hay un motivo de fondo todavía más contundente y es el riesgo que atente contra la víctima o sus bienes jurídicos otra vez, después de que su declaración mostró un «enconado conflicto vecinal con la víctima».