Cataluña es un país lleno de rincones, pueblos y ciudades dignas de visitar. Algunos, con similitudes a grandes destinos de reputación internacional. Del mismo modo que Vilella Baixa se la conoce como “la Nueva York del Priorat” por cómo la bautizó el emblemático escritor catalán Josep Maria Espinàs en uno de sus primeros libros de viajes, las cuevas de Can Riera, cerca de Torrelles de Llobregat, en la comarca del Baix Llobregat, se conocen como el ‘Grand Canyon’ de Cataluña o, también, como el ‘pequeño cañón del antílope catalán’. El sobrenombre viene dado por las formas onduladas y el color cobrizo de las rocas, puesto que se asemejan mucho -guardando las distancias- a la orografía del parque nacional situado en Arizona, en los Estados Unidos, por donde pasa el río Colorado.
Del mismo modo que el acceso a las cuevas del ‘Grand Canyon’ estadounidense es muy complicado, puesto que la composición de las rocas dificulta la entrada, acceder a las tres cuevas de Torrelles de Llobregat también es todo un reto para los visitantes. De hecho, las cuevas no están señalizadas. Se llega después de una excursión de unos cinco kilómetros aproximadamente por la montaña y de una breve escalada por la roca, donde han instalado una escala metálica. Una vez superada este primer tramo se llega a la primera cueva. Ahora bien, solo se pueden visitar desde el exterior, puesto que el Ayuntamiento de Torrelles prohibió el acceso el año 2021 para protegerlas.
Declaradas bien cultural de interés local
Su riqueza paisajística y las formas onduladas de los techos de las cuevas formadas por la erosión han convertido este lugar único del territorio catalán en un bien cultural de interés local, el distintivo que se otorga a los monumentos que no cumplen todos los requisitos para ser considerados bien cultural de interés nacional. A banda, las cuevas también forman parte de la Red Natura 2000, una red europea destinada a la protección de las especies y los hábitats naturales y seminaturales y compatibilizarla con la actividad humana.






