Empieza a acabarse el verano y vuelve la rutina, pero las ganas de desconectar y escaparse un fin de semana se mantienen muy vivas. Para poder disfrutar en familia no hay que marchar mucho lejos, puesto que Cataluña es un país lleno de rincones escondidos. Después de visitar las playas de la Costa Brava, adentrarse en el Pirineo y a las Tierras del Ebro, ahora toca vestirse por la ocasión, ponerse un calzado cómodo, y descubrir la Garrotxa. Más allá de la mítica Fageda d’en Jordà, el territorio tiene infinidad de secretos escondidos que solo se pueden ver paseando. Así pues, según la web surtdecasa.cat, estas son cinco excursiones para descubrir todos los entramados de la Garrotxa.
Los caminos de la Pedra Tosca
Si os apetece una ruta llana, esta es la vuestra. Se trata de un tramo de la vía verde, conocida como la ‘ruta del carrilet’, que une Olot con Girona y permite ver el pasado industrial de la ciudad hasta llegar al Parque de la Pedra Tosca. Una vez allá, se puede visitar el Jardín Botánico o el Museo de los Volcanes.

La ruta de los carboneros
Esta ruta recupera los caminos que hacían los carboneros para bajar el carbón de la sierra de Ventanas, un camino estrecho pero fácil de seguir. Se trata de una pequeña ruta circular de poco más de 8 kilómetros de distancia y con poco más de 600 metros de desnivel, es decir, sin unas pendientes pronunciadas.

La ruta de las Pozas
Esta ruta que empieza en Santa Pau recorrer unos 7 kilómetros de distancia abriéndose camino entre infinidad de pozas y pequeños charcos de agua ideales para refrescarse durante la excursión. Siguiendo el itinerario marcado por el bosque se pueden ir descubriendo las fuentes de agua que brotan de la natura.

El camino de Santiago
En esta ruta conoceremos la historia del Camino de San Jaime y lo recorreremos por la comarca de la Garrotxa, a pesar de que el camino empieza más arriba, en el Ampurdán. Se trata de un camino llano que permite disfrutar de las vistas de Castellfollit de la Roca y Besalú, entre otros.

La Vía Romana
La ruta de la vía romana consta de dos tramos diferenciados. El primer tramo transcurre por el municipio de Castellfollit de la Roca, resiguiendo los restos conservados de la vía romana que supuestamente provenía de Besalú. Se trata de un recorrido de 6,2 kilómetros con poco más de 400 metros de desnivel, ideal por una paseada en familia un sábado por la tarde.
