Éxito de convocatoria de los sindicatos policiales en la protesta de este mediodía frente a la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Lleida. Unas trescientas personas se han concentrado para denunciar un incremento de las agresiones contra los policías. La gota que colmó el vaso fue la agresión de hace una semana que dejó seis efectivos de la ARRO heridos de diversa consideración cuando intervenían en una pelea en el barrio de la Mariola agredidos con barras de hierro, piedras y botellas cuando intentaban disolver una pelea. De momento, no hay detenidos por estos hechos.

Una situación que los sindicatos consideran insostenible y que han querido alzar la voz para hacer notorio su malestar. Así, el Sindicato de Policía de Cataluña (SPC), USPAC y el Sindicato de Mossos d’Esquadra (SME) han unido esfuerzos para expresar su malestar. Los objetivos de la protesta han sido exigir más medios, cambios legislativos para endurecer las condenas a los agresores y más apoyo por parte de la cúpula de los Mossos d’Esquadra y del departamento de Interior. Entre las peticiones de los manifestantes también se ha contado la dimisión del jefe de la ABP del Segrià, Xavier Ribelles, y han vertido líquido rojo en el suelo al grito de «no queremos más sangre».

Policías con la camiseta de los 57 en la protesta de Lleida/Roger Segura
Policías con la camiseta de los 57 en la protesta de Lleida/Roger Segura

Unidad sindical

Todos los sindicatos policiales han destacado la «unidad» que han conseguido con esta cuestión y se han instado a seguir trabajando juntos. Una situación inédita. Durante el acto en la comisaría de Lleida, representantes de las organizaciones se han dirigido a los concentrados con un megáfono y los asistentes, muchos de ellos con adhesivos y camisetas con el número 57, han guardado un minuto de silencio por los policías heridos, en relación con los 57 puntos de sutura que recibieron.

Entre los asistentes que han participado en la protesta se contaba el diputado de Vox, Sergio Macián, portavoz de la formación de extrema derecha en la comisión de Interior del Parlamento. Los sindicatos consideran que se ha registrado un «aumento exponencial brutal» de la violencia contra los policías y reclaman penas superiores para los agresores. También critican la «violencia inusual» y alertan que en Cataluña no puede haber barrios donde la policía no pueda entrar.

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